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Una discusión por «un asunto de celos» degeneró ayer, miércoles, en el homicidio de Mohamed A. K.. Este joven de 18 años falleció en el hospital Txagorritxu por una puñalada que le perforó el pulmón. El presunto autor, Z. A., de 27 años ... y también vecino de Vitoria, fue detenido por efectivos de la Ertzaintza tres horas y media después de su ataque, hacia las 19.30 horas. Se había refugiado en un piso de la calle Nieves Cano, a escasos doscientos metros del escenario del crimen.
Este ataque mortal que sobresaltó a la ciudad, arrancó sobre las cuatro de la tarde, cuando vecinos de la calle Flandes, en San Cristóbal, escucharon una fuerte discusión. A pie de acera, dos varones jóvenes intercambiaban lo que parecían insultos -hablaban en otra lengua distinta al castellano-. De ahí pasaron a los manotazos. Hasta que uno de ellos sacó «un destornillador o una navaja» y se lo clavó al otro en el pecho. Le abandonó a su suerte e hizo mutis.
La primera patrulla de la Ertzaintza en alcanzar este punto halló a la víctima, agonizante, y asistida por un sanitario que se encontró la escena. Pronto se le unieron integrantes de dos ambulancias. El chico se encontraba en parada cardiorrespiratoria, por lo que le practicaron una RCP (reanimación cardiopulmonar) «durante varios minutos».
Consiguieron estabilizarle, por lo que fue evacuado de urgencia hasta el hospital Txagorritxu, donde ingresó con pronóstico «muy grave». A pesar de los esfuerzos médicos, sobre las 17.30 horas certificaron su muerte.
Mientras tanto, patrullas de la Ertzaintza, a las que se unieron efectivos de la Policía Local, peinaron San Cristóbal y otros barrios adyacentes en busca del único sospechoso, conocido en ambas comisarías por «robos y delitos de poca monta». Por ejemplo, estuvo envuelto en el hurto de «un bolso de 1.200 euros» de una tienda de la calle Dato. «Fue el ideólogo. Usó a otro para llevárselo mientras él observaba desde el exterior», rememoran policías sondeados. Su lista de antecedentes es «larga».
Con esos mimbres, la búsqueda se antojaba complicada. Y más tras conocerse la muerte de Mohamed. «O le capturamos hoy (por ayer) o mañana vete a saber dónde estará», reconocieron fuentes de la investigación a media tarde. Ese logro correspondió a la Sicta, la unidad de la Ertzaintza especializada en crímenes.
Sus discretas pesquisas desembocaron en un piso en la calle Nieves Cano, a apenas doscientos metros del lugar de los hechos. En el interior de esta vivienda, perteneciente a un allegado, localizaron a Z. A., quien se había refugiado a la espera de que la presencia policial se enfriase.
Queda clarificar el motivo del crimen, la premeditación o no motivará si se cursa como homicidio o asesinato. En este sentido, la primera hipótesis manejada por la Sicta apunta a los «celos» del agresor respecto a la víctima. «El fallecido habría iniciado una relación sentimental con la ex del detenido», deslizan medios policiales. El encuentro en la calle Flandes respondería a una petición de explicaciones. La chica se encuentra «embarazada», según su entorno. Por si acaso, la Ertzaintza no ha descartado otras razones para el ataque mortal, el primero de este 2021.
Entre hoy jueves y mañana, Z. A. pasará a disposición del juzgado de guardia, Instrucción número 1, cuya titular presumiblemente decretará su ingreso preventivo en prisión tras tomarle declaración.
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