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Leire Betolaza posa con el trofeo de Alavesa del mes en las escalinatas de la Diputación, escenario de la Tamborrada. BLANCA CASTILLO
«Me gustaría una Tamborrada con letra para hacer aún más partícipe al público»
Leire Betolaza | Alavesa del mes

«Me gustaría una Tamborrada con letra para hacer aún más partícipe al público»

La previa de San Prudencio por fin retumbó bajo la batuta de Leire Betolaza, que se estrenó tras dos años de amarga espera

Sábado, 4 de junio 2022, 00:34

Un mes después, Leire Betolaza regresa al lugar de los hechos. Al punto donde esa mágica noche del 27 de abril por fin pudo descorchar las fiestas de Álava. A lo grande, ante una masa entregada. Dos años después de ser nombrada directora de la Tamborrada, marcó el ritmo de una juerga ansiada por los alaveses.

- ¿Llegó a temer que el virus le arrebataría este momento?

- Pues te voy a ser sincera, sí. Llevábamos ya dos años con cancelaciones y no las tenía todas conmigo. Pero según hicimos el primer ensayo supe que íbamos para adelante, con todo.

- ¿Le supo a poco la alternativa del año pasado?

- La Tamborrada es ruido, algo grande. Y si se hace en un frasco pequeño es como que te quedas a medias, nunca será lo mismo. Es como el teatro, tú puedes ver una película pero cuando vas a verlo en directo es completamente distinto.

- ¿Vivirlo desde la dirección también?

- Es un honor. Nunca me hubiera imaginado llegar a ser directora. Pero cuando llevas desde txiki en la Tamborrada, ponerte al frente te generaba sentimientos enfrentados. Es un cargo de mucha responsabilidad y quería que todo saliese bien. Estaba nerviosa y no empecé a disfrutarlo hasta la mitad del repertorio.

- Está acostumbrada a dirigir coros. ¿Qué es más difícil?

- Es una comparación compleja. En un coro la masa del grupo es más fácil de dominar porque es más pequeña y tanto el sonido como el público son diferentes. Pero en la Tamborrada tienes que saber buscar el equilibrio. Debes tener mano dura para que las piezas salgan bien, pero a la vez entender que la gente va a disfrutar.

- ¿Es complicado contener esas ganas festivas del grupo?

- La imagen debe ser correcta. Y yo creo que tras los dos años sin fiesta, este año la gente ha estado más comedida. Sentían esa responsabilidad de que todo saliese bien y han actuado con conciencia.

- ¿Se encontró al grupo 'oxidado' después de dos años en blanco?

- Pues todo lo contrario. Me sorprendió porque la gente no había perdido la sintonía. Ya desde los primeros ensayos se les escuchaba súper bien y los que habían perdido un poco en nada cogieron la inercia. Estuvimos una docena de veces ensayando, sabíamos que íbamos bien preparados.

- Toma el testigo de Txapi Bastida. ¿Qué nota le ha puesto?

- Me dijo que salió muy bien. Txapi ha sido y es el apoyo silencioso cuando necesitas ayuda. Estos días también me ha felicitado muchísima gente, me paraban hasta en la calle para darme la enhorabuena. Fue una Tamborrada con mucha emoción tras dos años de espera. Todos queríamos que saliese bien, público y nosotros. Y lo conseguimos.

- ¿Cuánto le ha costado recuperarse de la 'resaca'?

- Ja, ja, ja. Me costó, me costó. Después de la Tamborrada estuve una semana con las canciones todavía en la cabeza. Me retumbaban a cada segundo. Pero hace dos semanas hice una ópera y mi cabeza se centró en ello.

- Ha comentado en más de una ocasión que quiere dejar huella. ¿En qué sentido?

- Me gustaría dejar una seña de identidad mía. Mi vida está relacionada con la música y quizá podría hacer algún arreglo a alguna pieza o introducir una canción nueva al repertorio, que sea diferente. Pero eso con el tiempo, primero quiero adaptarme bien. Luego se podría trabajar en hacer alguna canción alavesa, incluso con letra. En Donosti hacen muchas canciones con letra, me parece interesante que la gente participe. Creo que tendría buen acogida.

- Tiempo le queda...

- Aguantaré hasta que me canse. O como con Celedón, sin superar al predecesor. Ya se verá. Por ahora quiero disfrutar del camino. Cuando Txapi lo dejó me dijeron que mi perfil encajaba a la perfección con el puesto por ser profesora de música y dirigir coros. Soy la primera mujer en el cargo, pero lo asumo con total naturalidad. Cada vez salimos más chicas. Si puedo ser una referente para otras, bienvenido sea.

- ¿Por qué cuesta tanto sacar adelante la versión Txiki?

- Es la cantera y los niños se sienten protagonistas por un día, y eso es lo importante. Pero quizá habría que mirar cómo hacerlo más atractivo para ellos. Hacer la Tamborrada de una forma que les sea más llamativo. Aquí también influye que coincida con un puente.

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