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La Guardia Civil ha dado por concluido su operativo a nivel nacional contra la banda de los Bloods. En una nota oficial, el instituto armado ha informado de trece detenidos en toda España, de los que once han acabado en prisión preventiva. Entre ellos, un ... joven vecino de Vitoria y otro domiciliado en la localidad alavesa de Laguardia, como ya adelantó este periódico la semana pasada. Los otros sospechosos residían en Irún, Madrid y Barcelona.
En un comunicado, el instituto armado ha explicado este miércoles que «las investigaciones se iniciaron en Vitoria». Sus agentes de la Comandancia de Sansomendi detectaron «el asentamiento de un 'bloque' (término con el que denominan a sus grupos territoriales) de la banda criminal de origen latino Blood en Vitoria».
«Durante los meses de investigación se pudo precisar que los grupos de la banda asentados en varias provincias del norte de España (Álava, Gipuzkoa, Navarra y La Rioja) constituían el Bloque del Norte de la banda». Estaban dirigidos desde la localidad guipuzcoana de Irún.
Los detenidos, «entre los que se encuentran los dirigentes a nivel nacional de la banda, están siendo investigados por los delitos de pertenencia a organización criminal, asesinato en grado de tentativa, diversos delitos contra las personas, contra la salud pública y tenencia ilícita de armas prohibidas, entre otros». Las autoridades judiciales ya han decretado el ingreso en prisión preventiva de once de estos detenidos. Entre ellos, los dos chicos alaveses.
La Guardia Civil ha explicado que «se constató la existencia de varios 'bloques' en Madrid y Barcelona, con mayor peso en la organización que los anteriores; quedando acreditado finalmente que el liderazgo de toda la organización recaía sobre miembros del bloque establecido en Barcelona cuyo líder dirigía la estrategia y actividades de la banda criminal a nivel nacional».
Los investigadores comprobaron que «esta banda de carácter criminal operaba en gran parte del territorio nacional, quedando acreditada su relación con la delincuencia común». Para ello empleaban métodos «sumamente violentos» entre los que destacan robos con violencia y agresiones muy graves, e incluso intentos de asesinato. También habrían provocado «enfrentamientos violentos contra miembros de otras bandas rivales asentadas en sus zonas geográficas, con el fin de vengar reyertas anteriores y por el control territorial». En estos enfrentamientos, llevados a cabo en parques urbanos y áreas de uso público, se hacía uso de «machetes de grandes dimensiones con resultado de graves lesiones, participando un gran número de individuos». No hay constancia de ningún episodio de estas características en Álava.
En la mayoría de estos grupos, describe el instituto armado, «un elevado número de componentes de base son captados entre menores de edad, quienes habitualmente tienen una posición jerárquica de menor peso y son inducidos por los miembros de mayor rango a abandonar sus domicilios familiares y cometer actividades ilícitas como medio de financiación y de alcanzar un status de poder para la banda».
La explotación de la investigación se dividió en cuatro fases, diferenciadas según los bloques en los que se estructuraba la organización criminal. Ésta tuvo que precipitarse al tener conocimiento los investigadores, de la inminente comisión de un asesinato encargado desde la dirección de la banda a varios miembros ubicados en Madrid. «Dadas las circunstancias, se estableció un importante dispositivo destinado a localizar a la presunta víctima para salvaguardar su integridad física, así como a los potenciales agresores, los cuales pudieron ser interceptados y detenidos».
Junto con la detención de los integrantes de la organización, se desarrollaron varios registros en Vitoria, Laguardia -bajo la supervisión del Juzgado de Instrucción número 1 de Vitoria- y en diversas localidades de Madrid, Barcelona y Gipúzkoa. A partir de ahí se intervino «documentación, armas simuladas, armas blancas, una importante cantidad de sustancias estupefacientes y numerosos dispositivos electrónicos de almacenamiento de información que serán analizados por especialistas en este ámbito».
De manera paralela, la Policía Nacional francesa detuvo en agosto a «un miembro del Bloque del Norte en San Juan de Luz como presunto autor de un homicidio en grado de tentativa».
Aparte de la Guardia Civil, en esta operación, bautizada como Laya y que ha durado «más de diez meses», han colaborado la Policía Nacional, la Policía francesa y la Policía Local de Vitoria.
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