Los guardas forestales alaveses condenan la agresión a un compañero por parte de un agricultor

El guarda forestal detectó las supuestas irregularidades y se acercó para pedirle cuentas. Sin embargo, se topó con una respuesta «muy violenta» del aludido. Primero de manera verbal y, a continuación, física. El agricultor amenazó con el rastrillo al funcionario. En un momento dado hizo ademán de clavárselo, ante lo que el guarda forestal adelantó un brazo a modo de maniobra defensiva y recibió el impacto de la herramienta agrícola, un palo de más de un metro de longitud con unas cuatro púas metalicas en uno de sus extremos. Cuando la víctima optó por huir, el ahora sospechoso «se lo tiró como si fuera una lanza».

La asociación de guardas forestales recuerda que «somos muy pocos 'basozainak' en todo Álava, desempeñamos nuestra labor en precario, casi siempre en solitario y sin más medios que nuestra mano izquierda y nuestra vocación». En el comunicado no han querido hacer más valoraciones para no perjudicar al afectado, pero sí subrayan que «nuestra prioridad es el compañero que ha sido agredido hoy y el que pueda ser agredido mañana».