«Esta es la gota que colma el vaso: estamos asqueados», dicen los afectados

El incendio desatado este jueves en una empresa dedicada al reciclaje de vehículos y componentes eléctricos en Goiain ha chamuscado los ánimos de los vecinos de la zona, que ya llevan al rojo vivo desde hace años. Los ruidos, los malos olores y la contaminación se ha convertido en parte de su día a día. «Pero lo de hoy es la gota que ha colmado el vaso, estamos asqueados», sostiene, contundente, Iñaki Abasolo, portavoz de la denominada plataforma Herriak Bizirik, que lleva largo tiempo denunciando una situación que califican de «insostenible».

«La actividad que generan estas empresas agrede a la salud de las personas», censura Abasolo. El portavoz de la plataforma vecinal denuncia que hasta el bando que la alcaldesa de Legutio, Nerea Bengoa, ha emitido esta mañana y en el que se recomienda a la población no salir de sus casas, «nunca se nos había dado ninguna instrucción, no nos han informado de ningún plan de evacuación pese a que en estas empresas se realiza una actividad peligrosa».

En el entorno de la fábrica está Fernando Salazar. A este transportista de Ciudad Rodrigo el incendio le ha pillado dentro de las instalaciones de la empresa. «Estaba descargando la mercancía y ya se veía un poco de humo. Me han dicho que espere y, al rato, que saliese. Los papeles están dentro de la fábrica», explica en conversación con el periódico. El plan de llegar a casa hoy después de entregar unos motores de lavadora -procedentes de Francia- en Gojain se ha ido al traste.

A unos metros de la entrada también está un grupo de trabajadores de la propia firma de Legutio. Uno de ellos, aunque no rehusa dar su nombre, sí ha querido explicar lo que sabía. «Nos hemos enterado de que había el fuego, hemos venido y la Ertzaintza nos ha dicho que nos quedemos aqui. El punto de encuentro en estas situaciones es la entrada, pero mira cómo está de humo. He llamado a mi jefe y me ha dicho que nos quedemos aquí. Por la mañana trabajan personas de mantenimiento y de producción; pueden ser unos 30. Por la tarde ya somos menos. Nosotros entrábamos a las dos de la tarde. Aquí se reciclan muchos materiales, pero como todos compran patinetes y coches eléctricos, llegan muchas baterías. Intentamos esquivarlas, pero milagros a Lourdes», señala.

«Estamos más que hartos, el ambiente es irrespirable pero llevamos padeciendo este problema mucho, mucho tiempo», asegura, visiblemente contrariada, Carolina Nogueira, presidenta de la junta administrativa de Goiain. «Lo peor de todo es que este mismo mediodía, en cuanto he empezado a ver el humo me he acercado a la empresa para preguntar si había algún riesgo para la población y los agentes de la Ertzaintza que allí había me han dicho que no, nos sentimos engañados», denuncia Nogueira que dice sentirse «completamente indefensa, no les importamos lo más mínimo a las instituciones». En esa misma línea Ekaitz, vecino de Urrunaga asegura que antes «ya había habido algún incendio. Aquí se reciclan materiales pesados, el humo no es nada bueno». «Hay un proyecto de encapsulación de los humos que está en negociaciones todavía; llevamos años con el tema y la Administración no se involucra», abunda.

Jesús Carlos Ortiz de Montoya, presidente de la Junta de Urrunaga,que se ha percatado del olor del incendio desde Gamarra, se ha encargado de pedir a sus vecinos que no salgan a la calle, «aunque no hay problema porque el humo está llevando todo hacia Vitoria».

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