Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
«Hemos pasado de cerca de 300.000 clientes potenciales a 1.700. Está siendo horrible». José Luis Camio, gerente del centro comercial Gorbeia, resume así la delicada situación que atraviesan las galerías desde que se decretara el cierre perimetral de los municipios. Sin que ... los vecinos de Vitoria puedan conducir hasta allí, solo se mantienen abiertos para dar servicio a los residentes en Zigoitia. Si las restricciones se alargan, sobrevivir sería una misión complicada. «Damos un servicio esencial a Vitoria. Así fue durante el confinamiento y no entendemos este cambio de criterio. Hemos pedido a la jefatura de la Ertzaintza y al departamento de Salud que se revise y estamos a la espera de respuesta», asegura Camio.
Los anchos pasillos se ven estos días más solitarios que nunca. «Con esta prohibición lo que estamos consiguiendo es que se den aglomeraciones en otros lugares. Este centro comercial es muy amplio y eso garantiza la distancia entre los clientes», insiste el gerente. Los comerciantes están «sufriendo muchísimo», aunque por el momento no se habla de cierres de establecimientos. Las persianas bajadas de los servicios de ocio también pesan mucho. «Se te cae el alma a los pies viendo esto así», confiesa José Luis Camio. Son cerca de 60.000 metros de galerías prácticamente inutilizados desde hace dos semanas.
El hipermercado Carrefour es uno de los establecimientos que más público acogía del centro comercial. «Casi el 80% de nuestros clientes llega de Vitoria», asegura su responsable, Javier Urriza. «Solo pedimos que se nos deje jugar el papel que jugábamos hasta ahora y que llevamos a cabo durante los momentos más duros del confinamiento», agrega. Urriza aporta además una realidad que están constatando desde la cadena de supermercados francesa. «Nuestros clientes se están yendo a las tiendas que tenemos en la ciudad y aquí viene la paradoja, porque este hipermercado es más seguro. Con pasillos más grandes y parking exterior», señala. Pese a lo complicado de las circunstancias no han pensado en bajar la persiana de manera temporal.
En Brico Depot aseguran que la regresión está siendo «de más del 50%». La venta presencial se está compensando con la 'online', que ha crecido en un amplio porcentaje. Pero no es suficiente. «Por la mañana vienen profesionales del sector, pero por las tardes apenas hay movimiento. El cliente particular prácticamente lo hemos perdido», revela Susana Contreras, jefa de administración de la cadena de bricolaje. En el interior del centro comercial, los bares permanecen abiertos, a diferencia de Vitoria. «Damos comidas sobre todo a gente que está en tránsito, pero nos afecta mucho el cierre del ocio», dice desde la cervecería Gambrinus Lorenzo Nieto.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.