Los centros públicos concentran 39 de los 48 positivos en residencias alavesas

Los equipamientos de la Diputación habían conseguido mantener a raya al coronavirus en el repunte de casos que se registra desde finales de julio y los centros privados –sobre todo aquellos con menos recursos– habían sido los más afectados. Pero ahora se multiplican los brotes. 21 casos en Zadorra; nueve en Ajuria;ocho en Pablo Neruda y uno más en Sallurtegui (Salvatierra) han disparado la inquietud de los responsables políticos y médicos que cruzan los dedos para que se controle rápido la situación y que no se repita la pesadilla de la pasada primavera.

Ante este complicado panorama, González quiso transmitir un mensaje para evitar que la situación se descontrole. «Hay que seguir trabajando como se ha hecho hasta ahora, con la realización de pruebas PCR de forma intensiva a residentes y trabajadores, protocolos estrictos, inspecciones continuas a los centros privados y apoyo a la red residencial», subrayó el máximo dirigente foral con el claro objetivo de cortar de raíz las sospechas sembradas por EH Bildu, que había denunciado cierto descontrol por parte de los gestores públicos.

A diferencia de la pasada primavera, el número de personas recuperadas (163) supera con creces a los fallecimientos (26), que lleva sin sumar malas noticias desde la pasada semana. Pero los trabajadores sociosanitarios vuelven a verse salpicados por esta situación y, en estos momentos, 55 permanecen de baja por ser portadores del virus o haber permanecido en estrecho contacto con algún enfermo.

Por eso, la Diputación mantendrá los controles y las actuales restricciones. Una vez que Llodio y Salvatierra han dejado de estar en alerta roja, las residencias localizadas en estos municipios permitirán que sus usuarios puedan salir de paseo. En Vitoria, sin embargo, los internos tendrán que esperar hasta que la situación se vuelva ámbar.