«Las grandes empresas con sede en Álava tienen su situación laboral con convenio colectivo pactado y condiciones dignas. Otra cosa es la lógica reclamación de los representantes de los trabajadores de mejorar su situación laboral. Yo entendí que la reflexión del obispo no estaba centrada en el territorio histórico, sino que era más global», remarcó.
El máximo dirigente foral aprovechó la ocasión para volver a apostar por el denominado 'pacto de rentas' para que las cargas y los beneficios se repartan de una manera equitativa a través de la negociación colectiva. «Eso es lo que conlleva una sociedad cohesionada y es la manera correcta de actuar porque estamos viendo que en una situación de incertidumbre a nivel global hay empresas que pasan por dificultades importantes por el incremento de costes o la dificultad de colocar sus productos en el mercado, y al mismo tiempo sectores con beneficios superiores a los normales», analizó.
«Lo que me preocupa en estos momentos es la situación de las familias que, como consecuencia del aumento de precio de la cesta de la compra o los tipos de interés, están pasando un momento de dificultad. La obligación de las instituciones es intentar generar cohesión y que las personas puedan vivir dignamente», ahondó.
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