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La vida de José María Iparraguirre se cuenta con heridas de balas, una vida bohemia en el siglo XIX y un viaje de ida y vuelta desde Europa hasta el otro lado del charco. El compositor Gontzal Mendibil toma los versos del letrista 'Gernika Arbola', ... inmortalizado en una escultura en la que toca la guitarra en el pueblo vizcaíno, en un concierto con motivo del bicentenario de su nacimiento.
«Su vida es pura emoción y las canciones de amor y drama que escribió reflejan lo que vivió y sintió», cuenta Gontzal Mendibil, cantautor y experto en su figura que da vida al bardo de Urretxu, apodo con el que era conocido, en el espectáculo que se celebrará en el Aula Magna del Conservatorio Jesús Guridi el próximo 9 de enero, a las 19.00 horas,. Las entradas ya están a la venta en la web de Kutxabank.
Através de la narración de sus vivencias y la música de sus versos, se levanta así un concierto-espectáculo en el que el cantautor se disfraza de ese sorprendente personaje que se alistó a los 14 años a las filas carlistas en la primera guerra contra los isabelinos, pasó por París o Londres, y vivió en Uruguay.
Mendibil se acompaña de las voces de Marife Nogales, Ainhoa Tabuyo y Maitane Salvador; así como de l acordeonista Philippe Ezkurra y del guitarrista Alberto Rodríguez para levantar un montaje que cuenta también con los actores Benito Pacheco, Iñaki Garcia Uribe y Unai Leibar. Además, este espectáculo que ya ha pasado por el Teatro Arriaga de Bilbao toma en sus detalles un nuevo sentido poniendo en relación a la capital alavesa con su cancionero. «Siempre ensalzó a la gente de Álava», cuenta Mendibil, quien recuerda que en junio del 95 ya encarnó al personaje en la plaza de toros de la capital alavesa, entonces descubierta, junto al coro Samaniego y la dirección de Juanjo Mena. Aquel recital se truncó por la lluvia. «A los 15 minutos tuvimos que cancelar el concierto».
En este nuevo repertorio se cantará un poema que Iparraguirre dedicó a su amigo Mateo Benigno de Moraza, diputado alavés y gran defensor de los Fueros al que le dedicó dos poemas. «Uno de los poemas lo cantaremos», avanza Mendibil. «En su tiempo tuvo más relación con Vitoria-Gasteiz que con su propia provincia, Guipúzcoa. A los 10 años, sus padres lo llevaron a estudiar al colegio de El Campillo. Parecía que iba a ser seminarista, pero su vida tomó un rumbo muy diferente».
También en el tramo final de su carrera, cuando en 1877 regresó al País Vasco tras 19 años en Uruguay, la ciudad vuelve a tener un papel importante. «No tuvo apenas ayuda para ayudar y los pocos que lo hicieron fueron sus amigos de Vitoria». Entre ellos se encontraban Fermín Herrán, Ricardo Becerro de Bengoa, Sotero Manteili, Daniel de Arrese, Eudardo de Velasco y diferentes miembros del Círculo Vitoriano.
En esta iniciativa han colaborado el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, la Diputación Foral de Álava, el Gobierno Vasco y la Fundación Vital. Como señaló Arantxa Ibáñez de Opacua, directora de Fundación Vital, este proyecto de «recuperación histórica» rinde homenaje a una figura cuyo reconocimiento supera ideologías.
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