El Gobierno vasco priorizará la llegada del TAV a Dato frente a otras mejoras urbanas

El acuerdo alcanzado entre la consejera Arantxa Tapia y el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, contempla que Lakua asuma la obra para la entrada del TAV en la capital (a través del denominado nudo de Arkaute) mediante la ampliación de la encomienda de gestión, así como el compromiso para que la tramitación ambiental del proyecto del soterramiento a cargo el Ministerio de Transición Ecológica esté lista en un plazo de seis meses, es decir, para el próximo septiembre, lo que permitiría iniciar ya los proyectos constructivos.

Tal y como trasladan a este periódico desde el departamento que dirige Tapia, en este proyecto tan «complejo» y que tiene «muchos aspectos y programas», la parte exclusivamente ferroviaria, que abarca elementos como las vías, el túnel o la estación, es la que «vamos a priorizar cuanto antes». Y es que dentro de los planes para recibir el TAV con una nueva estación en Dato se incluyen, paralelamente, actuaciones de gran calado como un vial para automóviles y un parking para vehículos. Incluso se plantea un bulevar 'verde' en superficie. Pero, por delante de esas obras, el Ejecutivo autonómico quiere centrarse ante todo en la llegada del tren y su integración en la ciudad, y a partir de ahí, completar otros aspectos, como el vial para el tráfico rodado o la urbanización exterior.

«Hay fases que van a prolongarse más allá de la entrada en servicio del tren, y queremos poner el foco precisamente en ejecutar primero la parte de la obra civil necesaria para que ese tren llegue». Insisten en que el plan de obra que se vaya a diseñar antepondrá el ferrocarril al desarrollo de otras cuestiones.

Uno de los capítulos pendientes de concretar es el del coste que finalmente tendrá la gran obra para enterrar las vías en la ciudad, en un corredor de 3,6 kilómetros desde la calle Pedro de Asúa hasta Bulevar de Salburua. El Ministerio de Fomento publicó a mediados del año pasado el estudio informativo del soterramiento, que elevaba su cuantía a 872,2 millones de euros. El Gobierno vasco reaccionó argumentando que esa cifra podría rebajarse a alrededor de 700 millones, un cálculo más ajustado al que se acordó en un primer momento.

Las administraciones pisan el acelerador para poder tener el TAV en funcionamiento en el año 2024. Pero el 'arreón' institucional a la 'Y vasca' contrasta con la parálisis del tramo Burgos-Vitoria, una preocupación que el Ejecutivo de Vitoria trasladó al de Madrid en el encuentro entre Ábalos y Tapia.

La representante del Gabinete Urkullu le urgió a «desbloquear» este proyecto y le reclamó que esté finalizado «a la vez» que la 'Y vasca', confirmaron desde la consejería de Desarrollo Económico e Infraestructuras. El tramo sufre un retraso «importantísimo», por eso instaron al titular de Transportes a aprobar cuanto antes el estudio informativo, ya que se trata de un enlace «trascendental tanto para la conexión de pasajeros como de mercancías» entre la Meseta y Europa.