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Las medidas restrictivas para reducir el tráfico en entornos urbanos se están concentrando en las ciudades más grandes. La más conocida, polémica y de actualidad es la zona de bajas emisiones (ZBE), que deben implantar los municipios que tienen más de 50.000 habitantes. Ahora, ... el Gobierno vasco quiere dar un paso más en esta dirección y el Plan de Movilidad Sostenible que están ultimando en Lakua propone que «además de las grandes ciudades, también los municipios de tamaño medio incorporen distintas medidas de pacificación del tráfico adaptadas a cada realidad urbana».
Lo avanzó ayer la consejera de Movilidad Sostenible, Susana García, durante el Foro Ciudadano sobre Movilidad Sostenible organizado por el Ararteko, Manuel Lezertua, en Bilbao. No quiso ir más allá, es decir, evitó dar pistas sobre qué medidas pueden ser esas para poner coto al tráfico en las poblaciones medianas. Las restricciones más conocidas y evidentes hasta el momento son las mencionadas zonas de bajas emisiones (Bilbao es la única ciudad vasca que la ha puesto en marcha), la implantación de los 30 kilómetros por hora, las peatonalizaciones, los peajes, las restricciones de aparcamiento...
Como se ha dicho, el Gobierno vasco no avanza en qué está pensando pero, en todo caso, sí asegura que las políticas se ajustarán a cada población y su diseño será consensuado con ellas durante el proceso de participación de los municipios en la redacción final del texto. Un texto que la consejera consideró «esencial para transitar del modelo contaminante actual, centrado en el vehículo de combustión, a otro distinto, más saludable y más justo con el medio ambiente».
Hay que tener en cuenta lo relativo que es hablar de grandes ciudades y municipios medianos en según que entornos. Aquí, en Euskadi, según el Eustat, los municipios grandes son los de más de cien mil habitantes (en Álava, solo Vitoria); los medianos, aquellos que tienen entre 40.000 y 100.000 y los intermedios-altos, entre 20.000 y 40.000. Como los de más de 50.000 ya están obligados por ley a tener ZBE, es de suponer que los potencialmente afectados por la nueva regulación del Ejecutivo sean de las siguientes dos categorías mencionadas en este párrafo. Ninguna de ellas ofrece ejemplos en la provincia, ya que tanto Llodio como Amurrio se encuentran entre los 10.000 y 20.000.
Por otra parte, durante la jornada de ayer El Ararteko, Manuel Lezertua, se mostró a favor de «las restricciones al uso del vehículo contaminante en nuestras ciudades», asunto que genera bastante controversia. Se trata, a su juicio, de medidas que «no solo son necesarias para reducir la contaminación y los efectos del cambio climático, sino también legítimas, ya que están amparadas por la ley». Según su razonamiento, «no buscan limitar el derecho a la movilidad sino promover una movilidad más segura, saludable y equitativa».
También acudió al foro del Ararteko el secretario de Estado de Transporte, José Antonio Santano, quien lamentó las dilaciones que está habiendo para implantar las ZBE en toda España y deseó que los municipios obligados a hacerlo se pongan las pilas en este sentido.
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