El Gobierno vasco mantiene su idea de instalar molinos en Iturrieta y también mide en Labraza

Los responsables de esta sociedad explicaorn que la colocación de la estación meteorológica servirá para «extrapolar» los datos al resto de Iturrieta. «Igual no es donde se toma la medición», comentó Izaga. Y es que si bien esta sierra es una zona protegida de especial conservación (ZEC), hay ubicaciones concretas donde -como desveló el viernes la consejera Arantxa Tapia- no existen tales limitaciones legislativa. El responsables de la compañía eléctrica planteó que «en ningún caso» se les ocurriría instalarse en puntos como los hayedos protegidos de Entzia, pero también recordó en que la central eólica de Elgea se encuentra dentro de los límites del parque natural de Aizkorri-Aratz.

Según coincidieron Iñigo Ansola y Roberto Izaga, la tecnología ha remado a favor del medio ambiente hasta conseguir que se puedan colocar menos molinos, pero «más grandes» y que generen «menos ruido». Una circunstancia que, hasta cierto punto, podría beneficiar a las aves necrófagas o el aguila Bonelli al requerir menos dispositivos. Los datos aportados muestran cómo los más modernos tienen el doble de dimensiones de las actuales, ya que sitúan los rotores de los molinos más modernos a una altura máxima de 132 metros con palas de hasta 65 metros de diámetros. Es más, un molino de la sierra de Elgea puede alcanzar una potencia de 0,8 megavatios por los 3,5 que podría alcanzar la última tecnología, cuatro veces más.

Se necesitará un año de plazo para hacer las mediciones. A partir de entonces, se estudiará cuáles son las obras necesarias y cómo afectan al entorno. «El recurso eólico está donde está. Aquí, a diferencia de Aragón o Castilla-La Mancha, tenemos que ir a zonas altas para conseguirlos», apuntó Izaga. «Nosotros permanentemente con las administraciones y, claro está, con la Diputación de Álava. En este momento estamos midiendo la calidad del viento en diferentes puntos, luego veremos si es posible o no llevar a cabo nuestros proyectos», repitió Ansola, que calificó de «parte residual» de la sociedad los grupos que se oponen a estas iniciativas.