El Gobierno vasco invertirá 14,5 millones en reformar el edificio del Arca para la atención al público y oficinas en Vitoria

Aunque el cronograma de las obras no está cerrado, la intención de Lakua pasa por dividir los trabajos en dos fases. En la primera centrarían los esfuerzos en la planta baja para trasladar Zuzenean lo antes posible. Después, mientras ya se presta atención al público a pie de calle, se trabajaría sobre el resto de niveles, destinados a albergar las distintas oficinas de los funcionarios.

En la actualidad el edificio cuenta con 30 plazas de aparcamiento en el primer sótano, de 853 metros cuadrados. Pero el importante número de trabajadores que serán ubicados en este bloque requerirá ampliar el espacio de estacionamiento. El Gobierno, de hecho, plantea que uno de los objetivos del proyecto es conseguir «el máximo posible de plazas de aparcamiento». Además, está prevista la instalación de al menos diez cargadores para vehículos eléctricos.

Aunque el cronograma no está cerrado, fuentes del Departamento de Gobernanza Pública han confirmado este martes su intención de que las oficinas de Zuzenean abran al público «a finales de 2026». No obstante, el Ejecutivo está aprovisionando dinero con un calendario que se extiende hasta 2028. El grueso del capital se invertiría en 2025 y 2027.

De este modo, Lakua quiere estudiar si es viable que el segundo subterráneo se convierta también en parking. Si no fuera posible, el Ejecutivo se abre a que ese nivel albergue un archivo o una biblioteca. En la actualidad, esa planta, la más baja del inmueble, contiene «una caja fuerte, despachos, zonas de archivo e instalaciones en desuso».

Para trabajar en ese edificio, habrá accesos diferentes: los trabajadores entrarán por un lado y la ciudadanía, por otro. El estado de conservación del inmueble, según la información que ha recabado el Gobierno vasco, es «bueno», pero «las plantas 3ª, 4ª y 5ª han sufridos desperfectos por infiltración de agua de la terraza».

Y es que hasta que el Banco Santander cesó su actividad en el edificio, en 2017, el bloque tenía varios usos. El principal era la atención al cliente. Pero en la última planta, la quinta, había tres viviendas: una reservada para el director del banco y dos pensadas para empleados.

Inicialmente fue ese fin, el uso residencial, el que pensó el Santander para deshacerse de este inmueble en pleno centro de Vitoria. La entidad financiera presentó alegaciones al nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con el fin de que su sede se convirtiese en un bloque de viviendas.

El edificio, diseñado por el arquitecto Fernando Chueca, fue construido en 1975. Ubicado en pleno centro de Vitoria se especuló mucho en los últimos años en torno a qué uso darle al edificio. En 2017, Gorka Urtaran incluso planteó que se convirtiese en un hotel dentro de su 'Masterplan Centro'. Sin embargo, los técnicos de Urbanismo plantearon sus dudas y esa opción no llegó a prosperar.

Paradójicamente, la factura total de la operación para el Gobierno vasco va a superar lo que pidió el Banco Santander cuando sacó el edificio a la venta por primera vez. 20,1 millones fue el precio que, de partida, exigió el banco de Ana Botín cuando salió al mercado, allá por el año 2012.

Finalmente el Gobierno incluso va a invertir más: a los siete millones de la adquisición se le suman los 14,5 de ahora, a los que habrá que añadir otros 907.500 euros correspondientes a la dirección de las obras y la redacción del proyecto. En total, una inversión de más de 22 millones para ejecutar el traslado y aunar el grueso de la atención ciudadana en un único edificio en el corazón de la capital alavesa.