El Gobierno vasco cierra la compra de la antigua sede del Santander en la plaza del Arca

A pesar de que se trata de un movimiento en fase germinal, Lakua ha comenzado a trazar el rumbo de su nueva sede. Primero se renovará la planta baja, donde irán los mostradores de Zuzenean, y después se abordarán las plantas superiores. Al margen de los citados servicios se instalarán los departamentos de Planificación Territorial y Transportes, Desarrollo Económico, Trabajo, Eustat, Educación, Turismo, Justicia y Políticas Sociales, entre otros. Según ha destacado la consejera de Gobernanza Pública, Olatz Garamendi, la elección del edificio responde sobre todo a su gran «accesibilidad» y su ubicación, además de tratarse de un edificio emblemático del Ensanche vitoriano.

De hecho, esta adquisición supone un 'volantazo' que nadie esperaba. Hace apenas tres meses trascendió que el Banco Santander había trasladado al Ayuntamiento de Vitoria su deseo de modificar el uso de su antigua sede para convertirse en un bloque de viviendas. Con ese objetivo, durante el último verano se presentaron alegaciones al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que habían sido estimadas en un primer momento.

El edificio diseñado por el arquitecto Fernando Chueca Goitia fue construido en 1975. Cuenta con seis plantas y dos sótanos. Combina el uso comercial en altura, cada vez menos habitual, y tres viviendas en los pisos superiores que, en su día, estaban reservadas para el director de la sucursal y los vigilantes. Además de las oficinas del Banco Santander, este palacete de 6.035 metros cuadrados construidos, dos sótanos y garaje propio en el sótano también acogió el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas durante los 80 y 90.

El inmueble se reactiva así tras permanecer sin uso desde 2017 y tras cerca de una década con el cartel de 'se vende'. A pesar de los intentos por dotarle de un uso, como la propuesta de convertirlo en un hotel que anunció Gorka Urtaran, ninguno había llegado a cristalizar hasta la compra por parte del Gobierno vasco.