Los descuentos en los abonos del transporte público que el Gobierno central puso en marcha en septiembre de 2022 podrían tener los días contados. En su momento se aprobaron con el fin de mitigar una inflación disparada a consecuencia de la inflación derivada de la ... guerra de Ucrania. Se trataba de una de las medidas estrella del plan anticrisis que Moncloa, ya acostumbrada a votaciones 'in extremis' para salvar estos decretos, prorrogó hasta en tres ocasiones.
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La última de estas extensiones se aprobó en el Congreso el pasado 10 de enero y establecía una prórroga a los descuentos en el transporte público hasta el 31 de diciembre de este año. Esta incluía la gratuidad de los trayectos para pasajeros habituales en Renfe Cercanías, trenes de media distancia y los trayectos en autobús en líneas de titularidad estatal. Este paquete de medidas también contemplaba una rebaja del 50% en los billetes de bus y metro (en este caso, Madrid pone el 30% y las entidades locales el 20% restante).
Pues bien, estos descuentos podrían no prorrogarse. El ministro de Transportes, Óscar Puente, se mostró el pasado lunes en una entrevista en Hora 25 partidario de no repetir la medida de cara al inicio de 2025 y, en su lugar, introducir una «una política de precios que varíe en función del usuario». Es decir, que se tenga en cuenta la renta y la frecuencia con la que el pasajero utiliza el transporte público para establecer cuánto paga por el mismo.
Esta negativa del Gobierno central a continuar con los descuentos como hasta ahora (una apuesta de Moncloa que Puente vinculó a los devenires de la negociación presupuestaria) supondría, de entrada, que el 1 de enero desaparecieran los abonos gratuitos en las líneas de Renfe Cercanías y media distancia. En la actualidad, los viajeros habituales de estos recorridos abonan una fianza de 20 euros que se les devuelve si realizan un mínimo de 16 viajes en cuatro meses.
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Puente se mostró claramente favorable por acabar con este modelo al insistir que «claramente la política de gratuidad debe acabar». Esto supondría que, según las últimas cifras hechas públicas por Renfe, 99.637 vascos perdieran la posibilidad utilizan el abono con el que han viajado en los últimos dos años. En el caso de los autobuses de media y larga distancia, la situación es similar y el pasajero abonan una fianza que recupera cuando realiza 16 trayectos, para lo que tiene cuatro meses.
En el caso de las líneas de transporte que recorren Álava, la situación es más enrevesada. El Gobierno central pone el 30% del descuento, mientras el 20% restante corresponde a las instituciones locales. En estos momentos, están bonificados a mitad de precio tanto los trayectos con BAT como los bonos mensuales personalizados. Tanto el Gobierno vasco (que gestiona el tranvía) como la Diputación (titular de Alavabus) aseguraron ayer que valorarán la «declaración de intenciones» del ministro de Transportes cuando haya «una propuesta firme». La Administración foral sí que se compromete a mantener el descuento progresivo por usos.
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