Amazon sondeó a Álava en varias ocasiones

El primer intento fue hace cuatro años, cuando Amazon se encontraba en plena expansión. Tras la pandemia, las compras 'online' se habían disparado y el trabajo logístico necesitaba de más infraestructuras. La multinacional pidió ayuda al Gobierno vasco y se buscaron emplazamientos para una superficie de unos 200.000 metros cuadrados. En la oferta se pusieron ya encima de la mesa los suelos Arasur.

Pero, al final, la compañía fundada por el carismático Jeff Bezos, apostó por llevar la inversión de 100 millones a la localidad asturiana de Siero. Allí, precisamente, se pondrá en funcionamiento el próximo mes de septiembre un centro logístico que se levanta sobre casi 200.000 metros cuadrados y que empleará a más de un millar de personas.

El caso es que la presencia de Amazon en Euskadi quedó relegada a una pequeña estación ubicada en la localidad vizcaína de Trapagaran con 8.000 metros cuadrados y abierta en 2019. Está levantada sobre parte de los terrenos que quedaron liberados tras el desmantelamiento de la vieja Babcock Willcox y emplea a 125 personas.

En Gipuzkoa, en la localidad de Oiartzun, Amazon se hizo con las instalaciones de la empresa de transportes San José. Una base logística para camiones en la que desistió de realizar ninguna actividad en 2021 tras las protestas ciudadanas y la oposición del ayuntamiento de la localidad. Los activos siguen siendo de la sociedad que gestiona los inmuebles de la multinacional.

Después, Álava fue objeto de otra tentativa, en la Llanada, cerca de Alegría-Dulantzi y en el margen de la A-1 dirección Alsasua. Unos terrenos de 60.000 metros cuadrados donde ubicar una estación de logística inversa -aquellas destinadas a la gestión de las devoluciones de los clientes-. Mientras se tanteaban las opciones a través de un fondo inversor, Amazon optó por congelar todas las compras de suelo y naves en España. La compañía decidió esperar en pleno arranque de la subida de precios a ver cómo se comportaba el consumo.