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La vida profesional del músico se extiende más allá de los pentagramas. El tiempo no sólo se reparte entre ensayos, actuaciones, grabaciones o escritura de canciones. A veces, los artistas han de rodar sus videoclips o, como en este caso, un programa de RTVE en ... Cataluña. Y Jonathan Herrero tiene que lidiar con el minutero para incorporarse a la conversación con su colega Koko-Jean Davis –frontwoman de The Tonics– y el periodista.
Así que antes de hablar del estreno de Rambalaya –tanto banda como disco homónimo– en Hell Dorado (sábado, 26, desde las 21.00 horas), su compañera de cartel para este doble concierto explica cómo su último álbum, 'Shaken & Stirred', abre nuevas puertas musicales. «Me inspiré en un viaje a través de la música negra de estilos y épocas diferentes. Cada tema cuenta una situación sobre esa historia de la música negra en Estados Unidos», explica la voz de este álbum cuasi conceptual. «Es mi tributo a esta historia musical», apostilla.
Koko es bien conocida por los aficionados a la música soul, con una potente trayectoria con The Excitements. Pero aquí, además de esa fuerza, se multiplican los matices en su voz. «Esta formación me da espacio, tiene una dinámica diferente. No requiere que yo sea tan salvaje todo el rato, como la gente se ha acostumbrado a verme. Bueno, sigo siendo la misma salvaje, pero vocalmente puedo hacer muchas más cosas, con estilos de blues New Orleans, funk, soul...», matiza.
A la hora de interpretar, Davis lo tiene muy claro. «No separo mucho lo que es el teatro musical y la puesta en escena. Vengo de una tradición donde es importante la preparación para interpretar, meterte en el personaje y separar a éste y la persona. Siempre ha sido mi filosofía, ya sea en el escenario o delante de una cámara», donde Koko suma la caracterización y el maquillaje. «Un poquito como hacen las drag queens. cuando te vistes y maquillas ya te estás transformando en ese personaje». O como la súper heroína con su traje de faena.
Eso sí, «en el escenario es donde me siento más yo misma.Es lo que tiene ponerte un traje, una capa que te permite ser lo que quieras. Tengo muchas ganas de volver a Hell Dorado: he estado tres o cuatro veces y siento que ese público es mi familia. Ahora les presento a mi nuevo novio musical, a ver si les gusta», señala la artista.
Agrega Koko-Jean que esta vez, además, aportará «mucha ilusión y mucha energía, con un disco donde cada canción dice algo realmente importante. Hay un tema sobre justicia social, 'Movin' On' que lo dedico a George Floyd y Martin Luther King. Oen 'From the Country to the City' hablo sobre una chica que quiere ir a la ciudad como en los años 50 o 60, cuando la gente de campo quería vivir la energía de la ciudad y el rock and roll» y aporta la comparación con 'What You Mean to Me' «una balada, una carta de amor que escribí a todos los que me han enseñado, a todos mis ex novios» para ir a piezas «de pasarlo bien, muy sexy» con funk de Louisiana «y con fundamento».
Koko-jean davis
The Tonics
Y desde ese mismo lugar parece llegar el aroma de la jambalaya que ha ayudado a bautizar al grupo de Herrero. Pero, antes de entrar en la nueva aventura del músico de Adurza, hay que citar a un personaje clave en el concierto donde, de hecho, tocará la batería con las dos bandas. Koko indica que «Anton Jarl es uno de los baterías más versátiles, potentes y creativos. Tiene mucha musicalidad. Para ser sueco, no está nada mal, ja, ja. Viene de la familia Mambo Jambo y siempre está preparado para darlo todo, escribe temas y tenemos muy buena química. Ha aportado mucho a las canciones», indica sobre el también impulsor de Rambalaya. Y recuerda verle tocar hace años y pensar «algún día ese batería será mío. Estoy muy agradecida».
Sobre todo, cuando también parecen quedar ya atrás todos estos meses tan extraños de confinamientos, aplazamientos y suspensiones. «Han sido unos tiempos bastante bipolares. Socialmente, lo peor que nos ha podido pasar es perder la credibilidad como salas o como músicos al tener que estar diciendo sí y luego no. La gente compra al último momento por si se cancela. Tenemos que trabajar todos para volver a ganar esa confianza del público», razona la artista mozambiqueña afincada en Barcelona.
jonathan Herrero
Rambalaya
Desde el Poble Nou acaba de llegar Jonathan Herrero, que rodaba junto A Contra Blues en una nave con bajísima temperatura. «Soy vitoriano, no hace frío, esto es verano en Vitoria», sentencia. Y regresa a su ciudad natal «la primera vez con Rambalaya, tengo muchas ganas de que lo vea la familia y la parroquia. A nivel personal, es muy especial porque mi padre ha fallecido hace unos meses y tengo ganas de que le recordemos a través de la música, porque a él le gustaba mucho lo que hago». Ahora juega más con la melodía o las raíces y es menos rockero «porque en A Contra Blues estamos muy punkis últimamente, ja, ja».
– ¿Cómo vive lo de interpretar en escena o en un videoclip?
Jonathan Herrero: – Es cierto que el 'stage persona' comparte chasis con el que vive fuera del escenario, pero quizás es más histriónico. Y se deja ir un poco más, puede hacer cosas que no se me ocurrirían en mi vida. Soy bastante punki en el escenario, a nivel de actitud.
Koko-Jean Davis: – Para mí, cantar sobre un escenario requiere una entrega que va más allá, es una retroalimentación con el público. Estoy en el escenario para contar una historia, para conectar con quienes están mirando, para flirtear conmigo. Si no estoy arriba, no necesito eso, pero la música me llama y lo pide. Sacas fuerzas de donde sea para poder alimentarlo. Es esa transformación, la adrenalina, la emoción...
J. H.: – Hay una parte con la que no vas luego así por el mundo, como si fuese un musical.
K.-J. D.: – Exacto.
J. H.: – Todo lo que pasa en el escenario forma parte de nuestra propia persona. De alguna manera, se retroalimenta y eres histriónico porque están aceptando que lo seas. Luego no vas así a comprar el pan.
– Pero también facilitan que el público se suelte la melena. Y lo ven durante el concierto.
J. H.: – Claro, es esa parte de 'feedback', una de las funciones que tiene esto que hacemos.Al fin y al cabo, es soltar un poco la correa de la cotidianidad para tener un momento en un espacio-tiempo donde puedes gritar y nadie va a venir a decirte «no grite usted, señora». Como 'frontman' o persona que se dirige al público veo importante que el público entienda la curva del bolo, si hay que callarse en una balada. Koko lo sabe.
K.-J. D.: – Fuera de tu cabeza o dentro de ella, se trata de transportarte a una experiencia con canciones. También hay una parte natural, de entendimiento entre público y artista. Lo bonito también es no saber: a ver qué pasa.
«Voy con mi familia de Barcelona y siempre mola mucho enseñarles mi casa, de alguna manera, como anfitrión», anticipa Jonathan Herrero. El músico de Adurza vuelve a debutar en Vitoria, con una propuesta «más de raíz y anclado en el rhythm and blues».
Por su parte, Koko-Jean Davis resume la cita del sábado: «Buenritmo trae lo mejor de su sello, que son dos bandas jóvenes y con una energía bastante fresca. No competimos porque son proyectos muy fuertes pero distintos. Es flipante escuchar a Jonathan Herrero, que creo que es uno de los mejores cantantes de nuestro país. Yo vengo a ofrecer mi segunda piel, que es la más auténtica, con muchas ganas de compartirlo en Vitoria», con posibles sorpresas finales a cargo de las dos formaciones.
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