Foronda recupera la parada de taxis y el sector garantiza el servicio los días de vuelos

Las dos partes implicadas -Aena, sociedad gestora del aeropuerto, y los taxis- estrechan por fin las manos y dan luz verde a unos trabajos que, eso sí, se prolongarán «varias semanas». Se actuará por fases, pero la parada será realidad. «Estamos muy satisfechos con la medida», confesó Juan Carlos Erenchun, presidente de Radio Taxi, a este periódico. El Ayuntamiento, quien también reclamó esa parada, valoró «positivamente» el acuerdo.

Por el momento solo se ha puesto la primera piedra, aunque la más importante, que ha consistido en la colocación de una señal de parada vertical en la recta anexa a la terminal, donde podrán permanecer unos tres coches. En las próximas fechas se avanzará en esa línea para reforzar las señalizaciones con marcas viales en el suelo que delimitarán la zona reservada. Su ubicación, además de facilitar la visibilidad hacia los pasajeros, también permitirá una rápida salida al estar en el extremo de la recta.

Esa misma fórmula se empleará para convertir el carril de taxi -de unos setenta metros- en una zona de espera donde hacer bolsa: se colocarán señales verticales y se pintará el suelo. La idea es que a medida que se vayan vaciando esas tres plazas los que se encuentren en este punto las vayan ocupando. «La solución propuesta nos convence, era lo que pedíamos desde hace dos años», aplaude Erenchun, que opera con 180 coches en Vitoria. «Ahora tendremos más tranquilidad» a la hora de trabajar.

Una parte de esa importante flota la destinarán ahora al aeropuerto, así se comprometió hace unos días y así lo ratificó ayer. «Va a ser más fácil coger un taxi ahora en Foronda que hace cinco días. Voy a potenciar que haya coches. Garantizaremos el servicio, aunque dependerá de los vuelos y la demanda». Comenzarán con dos vehículos como prueba y aumentarán la cifra en función de la experiencia y también del número de pasajeros que llegue. Porque solo acudirán cuando haya actividad aérea con viajeros.

Esta nueva parada, sin embargo, no eliminará el pago adelantado obligatorio para las reservas telefónicas realizadas desde Foronda. El presidente de Radio Taxi confirma que mantendrán esta herramienta para evitar que los coches que envían vuelvan de vacío. «Solo se aplicará en los casos en los que la parada se haya quedado sin taxis porque han cogido a algún pasajero. Durante ese periodo hasta que recarguemos la terminal, las reservas se podrán hacer por teléfono, previo pago», explica.

Adoptaron esta herramienta por primera vez hace dos años, coincidiendo con el origen del conflicto. La modificación en el parking eliminó la parada de taxi, de manera que el servicio únicamente se podía reservar a través de una llamada. Sin embargo, y a diferencia de en el resto de Vitoria, en este caso los clientes debían además adelantar el pago de 22 euros. Adoptaron esta medida después de que «el 40% de los taxis volviesen de vacío». Esta condición, sin embargo, acrecentó la brecha digital, como quedó reflejado hace tres semanas.

Dos vitorianos de 72 y 78 años llegaron a llamar hasta en cinco ocasiones para pedir un taxi. La operación para realizar la reserva supuso un muro que no conseguían superar. «Muertos de frío» después de esperar más de una hora en una terminal ya desierta y tras rogarlo llorando, finalmente accedieron a enviarles el taxi. Esa odisea que vivieron y que reveló este periódico destapó una evidente carencia del aeropuerto: ya no había parada de taxi.

Así que, vuelta al principio. Desde el sector reprochaban que se había eliminado del mapa su parada. Aunque Aena, que ha acelerado los trámites para solventar la polémica estos días, respondió asegurando que se había creado un espacio reservado para ellos y que podían acercarse hasta la zona de salidas a recoger a los pasajeros. «Ahí no podemos parar porque es un carril. Sí, de uso exclusivo para el taxi, pero un carril, no una parada», señalaban los taxistas.

Sin acuerdo y con el paso de los meses, el conflicto llegó hasta el Ayuntamiento, que decidió intermediar en las negociaciones. Era consciente de que el aeropuerto no podía estar en esta situación, y menos aún antes de despejar en su actividad. Porque el objetivo es que el tráfico por sus pistas pase de los 136.491 pasajeros previstos para el próximo año a 181.962 en 2026. De manera que ese papel mediador estaba enfocado a conseguir un objetivo: «Foronda debe contar con una parada visible, accesible y apropiada». Y se ha conseguido.