Unai Vivanco, vecino de Salvatierra, abastece los supermercados Covirán de Bizkaia, Gipuzkoa y Pamplona desde Vitoria. e. c.
Unai Vivanco | Camionero

«Formamos parte de esta cadena»

En primera línea ·

El vecino de Salvatierra conduce de sol a sol para abastecer los supermercados en un pico de trabajo «más alto que el de Navidad»

Lunes, 6 de abril 2020, 02:04

Es camionero desde hace doce años pero nunca había asumido un volumen de trabajo semejante. Unai Vivanco, vecino de Salvatierra, es uno de los conductores que estos días se esfuerza en hacer llegar las mercancías a los supermercados Covirán para que no falte de nada ... en sus estanterías. «Vamos a contrarreloj, no damos abasto para llevarla a las plataformas ni para que ellos las suministren. No lo entiendo porque no falta de nada», señala este alavés de 37 años.

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La locura comenzó el día 9, cuando se anunció el cierre de los colegios. «Llevo dos semanas sin ver a mi familia, no quiero ir a casa para no contagiarles. Duermo en el camión o en el piso de mi madre, que está vacío», explica Vivanco, quien suministra los supermercados de Bilbao, Hernani y Pamplona tras pasar por la plataforma de Covirán en Vitoria.

Unai lleva dos semanas sin ver a sus hijos y duerme en el camión o en un piso vacío para no contagiarles

Procura hacer videollamadas con sus dos hijos por la mañana y por la tarde y sigue las noticias desde la cabina de su trailer frigorífico, donde señala que parte de la ciudadanía «aún no es consciente de la gravedad del asunto». «Estamos todos en el mismo barco y los camioneros formamos parte de esta cadena. Seguimos respetando los tacógrafos aunque ya no sea necesario. La empresa ha metido refuerzos y nos apoyamos entre todos, hay mucho trabajo por delante», reconoce.

Con buena parte de los bares de carretera cerrados -algunas gasolineras han echado el candado incluso a sus duchas-, Vivanco se asegura de llenar de comida la nevera de su camión. La plataforma de Covirán es uno de los sitios donde puede abastecerse. «Los chóferes podemos coger lo que queramos. El otro día nos dieron una bolsa con batidos, agua y zumo, y tenemos mascarillas y geles», agradece. De vez en cuando para en un restaurante que todavía se encuentra abierto en Pamplona. «Han puesto precios económicos para ayudarnos. El menú son 5 euros y el café, 50 céntimos», aplaude. El volumen de viajes que realiza Vivanco ha aumentado un 50%, asegura. «El trabajo es mayor todavía que en Navidad, es exagerado. ¡La comida no se va a acabar!», recuerda. Transporta champús, detergente, lejías, desinfectantes.... Y sí, «el papel higiénico se sigue moviendo mucho».

Sus únicos compañeros en la carretera son las ambulancias, los coches de policía y sus colegas. Como siempre, se informan de lo que ocurre en todo el mapa a través de grupos de WhatsApp. Vivanco agradece poder seguir trabajando. «Compañeros que transportan otros productos llevan semanas parados», lamenta.

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