![«El fondo Arqué es imprescindible para conocer la historia de Vitoria y Álava»](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202112/27/media/cortadas/eduardo-valle-kbbF-U160381341882tm-1248x770@El%20Correo.jpg)
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Fede Arocena y Goyo Querejazu (Arqué) son dos figuras destacadas del fotoperiodismo alavés. Trabajaron durante décadas en EL CORREO antes de separar sus carreras profesionales. Fueron testigos «privilegiados» de los cambios que sucedían en Vitoria y Álava a partir de 1956 y donaron su trabajo ... de dos décadas, compuesto de miles de negativos, al archivo municipal. Celedones de Oro presentó ayer el octavo número de su revista Urrezko, dedicada a la pareja de fotógrafos más conocida de Vitoria, con una información escrita por su secretario, Eduardo Valle. En ella recoge su vida, personal y profesional, y el importante legado de estos dos hombres reconocidos por esta institución en 1986.
- ¿Cuál es el papel de Arocena y Querejazu en el fotoperiodismo alavés?
- No fueron los primeros, pero fueron grandes profesionales y su trabajo se publicó en el escaparate que suponía que apareciera en EL CORREO. Antes que ellos estuvieron Salinas, Mora, Parra, Tándem, Ceferino Yanguas, maestro de Arocena, o Alberto Schommer Koch, mentor de Querejazu.
- ¿En qué consistió su trabajo?
- Hacían de todo. Reportajes de boda, bautizos, comuniones, juras de bandera, fotografías de estudio y a domicilio. Hicieron fotografía industrial, catálogos comerciales y trabajaron, por ejemplo, para furgonetas DKW. Su otra gran labor fue el reporterismo gráfico. Se presentaban donde les reclamaban y atendían a la actividad de las instituciones, Ayuntamiento y Diputación. Hicieron fotografía deportiva y en fiestas hacían muchos reportajes en prensa. No paraban de disparar durante todo el año.
- Captaron con sus cámaras la sociedad alavesa y sus cambios durante sus dos décadas de actividad (1956-75).
- Fue la época de los grandes y profundos cambios en Vitoria y Álava. Cambió la fisionomía y el urbanismo. La industrialización y crecimiento enorme de Vitoria condujeron a un cambio de costumbres y de forma de entender la vida y eso es lo que supieron captar magníficamente. Lo escribió Santiago Arcediano hace una semana en EL CORREO, 'eran los fotógrafos que siempre llegaban a todo'. Fueron de alguna manera notarios privilegiados de todos los cambios humanos y físicos de Vitoria y Álava.
- ¿Cómo se puede calificar la generosa donación de su fondo fotográfico al Ayuntamiento?
- Lo resumió a la perfección María José Marinas, técnico del archivo municipal, que dijo que cuando se donó el fondo Arqué las fotos eran muy contemporáneas y su valor era un tanto relativo, pero el paso del tiempo le está dando cada vez más valor. Hoy en día, cualquier estudio histórico de Vitoria de esa época no puede prescindir de sus fotografías. El fondo de Arqué es un tesoro y es cada vez más imprescindible para conocer nuestra historia y lo que ha sido la vida en Vitoria y Álava.
- ¿Por qué cerró Arqué en 1975?
- Los dos supieron que el ciclo tenía que cambiar. Goyo tenía querencia por la cámara de televisión y fue uno de los precursores del centro regional de Televisión Española en el País Vasco. A Fede le seguía atrayendo el fotoperiodismo y la fotografía. Logró una mejora sustancial al estar en plantilla de EL CORREO, y abandonar la actividad privada anterior. Pero siguieron admirándose profundamente porque eran casi como hermanos, eran dos tíos fenomenales que siempre se llevaron bien.
-Se conoce su trabajo, pero no tanto su forma de ser. ¿Cómo eran?
-Tenían una magia y sensibilidad especial con la gente. Caían simpáticos y eran muy queridos. Cuando entraba alguien a su estudio ya sabían exactamente qué tipo de fotografía quería y cómo la tenían que hacer. Igual llegaban a un accidente y se ponían a dirigir el tráfico. Fede era dicharachero, un torrente, muy enérgico, y Goyo más tranquilo y reservado. Esa conjunción hizo que formasen una fenomenal pareja.
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