De La Florida a Ataria en bici eléctrica

Está claro que andar en bici es algo que nunca se olvida. Sin embargo, resulta casi obligatorio dedicar los primeros metros a una primera toma de contacto. ¿Qué hacer ahora con las piernas? Jhohans Ovalle, responsable de Capital Bikes y Moises Ruiz de Azua, técnico de CEA, acompañan a este periodista durante una ruta de 15 kilómetros que atravesó el paseo de Fray Francisco de Vitoria ante la mirada atónita de una niña que compartía su asombro con su madre: «¡Si no pedalean!».

Con los motores ya calientes las bicis se encaminaron hacia el Jardín Botánico de Olárizu. Con suma facilidad se dejaba atrás este tramo en el que los coches -con varios pasos de cebra- obligaban a desviar la atención del entorno. Rodeados por la vegetación -y varias personas que aprovechan este espacio para correr- el 'pelotón' viajó por distintos rincones de Europa a través de su botánica. Seis biomas que invitan a abandonar durante unos segundos la bici para poner el pie en el suelo y contemplar una de las grandes joyas que tiene Vitoria a pocos minutos del centro.

Un respiro, aunque aún no había hecho falta desprender ni una gota de sudor, para poner rumbo a Salburua. Cuatro kilómetros de trayecto en los que durante un momento se comparte piso con las vías del ferroviario Vasco aragonés. Pasado y presente. Una ruta que a diario hace a sus 90 años Francisco López, armado con su BH de la década de los sesenta. «Es una joya», comparte orgulloso. «¿Que si te la cambiaría por una eléctrica? Por supuesto, no habría casi que pedalear», ríe este vitoriano. Hace diez años que emprendió un viaje a Reinosa. «Hice 200 kilómetros en bici», recuerda. Seguro que durante esa hazaña hubiese agradecido la ayuda del 'motorcito'.

A pocos metros del que fuera el aeropuerto de Salburua se realizó una de las últimas paradas antes de llegar a Ataria. «Hemos recorrido una de las joyas de Vitoria, desde su pulmón y atravesando todo el Anillo Verde», compartían Moises Ruiz de Azúa y Roberto González, técnicos del CEA. «Estas bicis permiten que todo tipo de personas puedan conocer la ciudad», añadía Ovalle. Cerca de tres horas de recorrido, con paradas explicativas sobre los secretos del Anillo Verde, que se completan sobre el transporte estrella de Vitoria, seña de identidad del título 'green'.