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El polígono industrial de Júndiz, el más extenso de Euskadi con siete millones de metros cuadrados, ganará músculo dentro de un año con una nueva superficie para actividades logísticas que se levantará en una parcela de 57.000 metros cuadrados frente a las instalaciones de ... Jorge Fernández. La compañía Panattoni Development Spain, filial de un grupo europeo dedicado a proyectos de desarrollo industrial, promueve este nuevo centro empresarial que contará con un pabellón de 18.000 metros y otro de 14.000, además de una zona reservada para oficinas con 1.500 metros. «Esperamos recibir la licencia de obra en julio para arrancar en verano y tener construida ya una nave a finales del primer trimestre de 2022», explica a EL CORREO el director general de Panattoni en España y Portugal, Gustavo Cardozo.
Dentro de un año, por lo tanto, confían en que el primer edificio tenga ya actividad con la presencia de firmas de distribución, de reparto de última milla, de logística comercial o de transporte de mercancías «desde la Península Ibérica hacia Europa». La estratégica ubicación de Júndiz, en el corredor de la autovía A-1 Madrid-Irún –la salida natural a Francia y al 'viejo continente'–, «representa para nosotros una fortaleza que no queremos desaprovechar». Pero en Panattoni tampoco renuncian a acoger firmas de industria «ligera» y componentes, que puedan ser proveedores de grandes fábricas presentes en Euskadi.
Las naves que se levantarán en el solar entre las calles Paduleta Mendigorritxu, cerca del centro municipal de empresas y del área de ocio y servicios del polígono, tendrán una altura de once metros y destacarán por ser modulables «y en todo momento flexibles para las necesidades del cliente», apunta Cardozo. Con lo que se pueden ubicar en ellas distintas empresas y Panattoni alquilará los espacios.
Hace un año cerró la compra de la parcela de 57.000 metros con Gilsa, la sociedad que promueve suelo industrial en Vitoria y de la que forman parte el Ayuntamiento y Sprilur (Gobierno vasco), y se concretó en cinco millones de euros (IVA incluido). Fue la mejor operación desde que en 2014 el Consistorio firmara la venta de casi 152.000 metros cuadrados a Mercadona para su bloque logístico por un precio total de 12,8 millones.
La necesidad de superficies logísticas «va en aumento» en los últimos tiempos y «dentro de un año habrá incluso más demanda por lo que nos dicen nuestros clientes en otras zonas. Queremos estar preparados». El responsable de Panattoni en España y Portugal asume que «es una inversión a riesgo» arrancar la construcción de los pabellones sin saber quién puede estar interesado, «pero se ha empezado a comercializar el proyecto a través de la consultora CBRE y Servicios Inmobiliarios Industriales Ucieza y tenemos grandes expectativas. Creemos que Júndiz es un polígono atractivo y dotado de los mejores servicios».
La infraestructura logística contará con un parking para 200 turismos así como muelles de carga para 60 camiones y 125 furgonetas. La generación de puestos de trabajo es más difícil de cuantificar porque este tipo de actividad que acompaña a la industria requiere de más espacio que personal, «pero algo está cambiando en los últimos años. Según los estudios más recientes que manejamos, se crean entre 60 y 100 empleos por cada 10.000 metros» de logística. Así que la puesta en marcha del primer pabellón en Júndiz, de 18.000 metros, podría estar acompañada de un centenar de puestos.
Amazon, Carrefour, DHL o Leroy Merlin figuran entre los clientes que tiene Panattoni en diferentes partes del mundo. «Lo cierto es que tenemos capacidad de atracción de clientes importantes, pero también de otro perfil. Vitoria será para nosotros una plaza importante y confiamos en mantener esa línea», concluye Cardozo.
La construcción de los dos pabellones destinados a actividad logística que impulsa Panattoni estará alineada con la «sensibilidad medioambiental que tiene Vitoria», reconoce el director general de la firma en España y Portugal. De tal forma que las naves que se levantarán en Júndiz serán edificios «sostenibles, donde se reducirá al máximo la huella de carbono, también se minimizarán los consumos de luz –habrá iluminación led en algunas partes de los pabellones– y agua y se auditarán los materiales para que en la medida de lo posible sean reciclados y reciclables».
Las cubiertas permitirán la implantación de paneles solares fotovoltaicos, «no tocaremos el acuífero de la zona porque toda la cimentación será superficial» y el recinto contará con cargadores para coches eléctricos, «tanto flotas de furgonetas industriales como vehículos de los trabajadores».
Gustavo Cardozo asegura que «nuestra idea es crear un complejo donde sea agradable estar, más allá de que será un centro de actividad logística». En este sentido, Panattoni también habilitará aparcamientos para bicicletas y zonas de encuentro social en el exterior. «Creemos que este tipo de apuestas por unas construcciones sostenibles repercute en beneficios económicos, ambientales y sociales para todas las personas vinculadas al proyecto empresarial», añade. Los edificios que promueve la compañía están certificados por el sello Breeam caracterizado por la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera.
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