Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Emocionadísima, nerviosa... La verdad es que apenas caben otros sentimientos cuando lo que toca es subirse a un escenario para recoger uno de los premios cinematográficos más importantes del año en España. El crisol de sentimientos que seguramente atravesó el corazón de Patricia López Arnaiz ... con la estatuilla del Feroz a la mejor actriz no le impidió, sin embargo, recordar -entre agradecimientos al equipo de 'Ane', a sus compañeros, familia y amigos- los orígenes de este largometraje que la ha subido al Olimpo de la interpretación. «La llamábamos la película de las oportunidades porque para muchos de nosotros era como una primera vez que estábamos en un lugar de responsabilidad. Apostamos muy fuerte por algo muy íntimo».
Arnaiz también recordó los primeros pasos en el camino de los premios, allá en verano, en el Zinemaldia, cuando conoció de forma improvisada, en plena calle, que el largometraje iba a ser reconocido como una de las mejores producciones vascas. «Lo tengo por un momento lleno de inocencia, cogida de la mano de David -Pértez Sañudo, el director- como dos críos. Cuando grabamos 'Ane', una pequeña película en Vitoria con amigos de Vitoria, bromeábamos con la posibilidad de ganar premios. Desde ese momento hemos recibido un montón de criticas que me han hecho ver la película de otra manera y han llenado de poesía nuestro trabajo».
El galardón que recogió Patricia López no fue una sorpresa. Su nombre se repetía en todas las quinielas previas a la gala del Teatro Coliseum. El galardón recibido en enero en los Forqué ejercía de poderoso influjo, confiriendo solidez a una especulación algo etérea hasta entonces. La vitoriana clavó el papel de madre despechada y resolutiva en 'Ane' y su talento se ha reivindicado sin barreras. Porque en los Feroz competía con otras intérpretes consagradas: Amaia Aberasturi por 'Akelarre', Andrea Fandos por 'Las niñas', Kiti Mánver por 'El inconveniente' y Candela Peña por 'La boda de Rosa'.
A las puertas de los Goya que se celebran este sábado y donde también parte como favorita, la actriz vitoriana se encuentra en un gran momento. Comenzó en el mundo de la interpretación a los 25 años, recibiendo clases del laboratorio escénico Ortzai. Su primer papel en pantalla fue en 'La Peste' (2018), la serie de Alberto Rodríguez en la que daba vida a una pintora. Con otra serie, 'La otra mirada', ganó el Ondas y con 'Ane' se consolida como el descubrimiento del año. El pasado domingo recibió el premio a la mejor actriz en la Semana de Cine Vasco de la Fundación Vital, donde volvió a agradecer a los guionistas de la película, Marina Parés y David Pérez Sañudo, por este «regalazo».
«Gracias a Bajo Ulloa por sacar adelante una película tan complicada y hecha de una manera tan personal», dijo Koldo Uriarte (Araia, 1976), que subió de riguroso negro al escenario del Teatro Coliseum a recoger el premio a la mejor banda sonora por 'Baby'. Acudió solo, ya que su 'coequipier' Bingen Mendizabal (Vitoria, 1962) no pudo acudir a Madrid, pero sí se acordó de él, pese a los nervios. «Trabajar con Bingen y Juanma es como trabajar con mis héroes de juventud porque mi primer cedé de bandas sonoras fue 'La madre muerta». También nombró al estudio Sonora y la complicada situación de la música en directo. «Me quiero acordar de técnicos y músicos de directo que están pasando un año tremendo».
Como en el caso de Patricia López, Uriarte y Mendizabal también eran los favoritos y contaban con el aval del premio en Sitges a mejor música. Se llevaron el Feroz a la banda sonora en una categoría en la que Roque Baños competía con dos partituras ('Adú' y 'Explota explota') junto a Maite Arroitajauregi y Aranzuz Calleja ('Akelarre') y Frederico Jusid y Adrián Foulkes ('No matarás').
Este galardón también se intuye como la antesala de los Goya del sábado. La música grabada en Sonora, el estudio vitoriano especializado en las grabaciones cinematográficas, contó con la Orquesta Sinfónica de Bulgaria, el violín de Nika Bitchiashvili y la voz del barítono Gotzon Etxeberria. Fue un proceso diferente al del resto de producciones, ya que Bajo Ulloa no esperó al montaje final para recurrir a los músicos, sino que estos le acompañaron todo el proceso mostrando diferentes piezas que encajan en un largometraje sin diálogos con el que el cineasta opta al premio a mejor dirección en los Goya.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.