Las familias vulnerables también podrán canjear las ayudas para alimentos en el comercio local de Vitoria

Más de un millar de familias vulnerables reciben en Álava bonos de la Cruz Roja para comprar comida y hace frente a las necesidades más básicas. Esta iniciativa, impulsada por el Gobierno vasco, permitía hasta ahora -y desde hace algo más de un año- que los beneficiarios emplearan una tarjeta monedero para hacer la compra en grandes superficies, y usar cupones digitales, que podían canjearse por alimentos a través de una 'app' ('Encantado de Comerte') en cualquier establecimiento adherido. La asociación Gasteiz On ha firmado de forma reciente un acuerdo con el departamento vasco de Políticas Sociales, que dirige Nerea Melgosa, para que esos usuarios también puedan adquirir dicha comida en el comercio local. El objetivo principal que persiguen es que todos los barrios cuenten con establecimientos adheridos.

Por el momento, 28 comercios de alimentación de Vitoria colaboran con este proyecto. Son nueve carnicerías, seis pescaderías, seis tiendas de alimentación, once fruterías, un restaurante y una panadería-pastelería. «Desde el sector habíamos reivindicado muchas veces que este tipo de ayudas se canalizaran a través de las tiendas locales porque en sus orígenes no fue así. Esto lo permite y se puede beneficiar cualquier comercio de la ciudad», ha celebrado Patricia García, gerente de Gasteiz On.

«Los cupones digitales permiten evitar gastos de distribución, pérdidas por caducidad, colas físicas y autogestión por parte del beneficiario», ha enumerado la gerente como parte de las ventajas. Por otra parte, se permite dar salida a excedentes alimentarios con fecha cercana a su caducidad en formas de 'lotes sorpresa' a un precio especial, que pueden ser comprado por el público general o mediante vales electrónicos de familias vunerables.

«Queríamos hacer comunidad. Porque debe haber una economía circular y que sean los comercios locales los que se puedan beneficiar de los ingresos del Gobierno vasco, que ascienden a 8 millones de euros para esa tarea», ha subrayado Melgosa, que ha asumido que «esa parte de barrio faltaba y que así también se les da una autonomía a las familias». Para los usuarios este acuerdo revierte en una «mejora de la calidad de vida», según ha puntualizado Aitor Allende, coordinador autonómico de la Cruz Roja en Euskadi. «Es más inclusivo, no se les estigmatiza y pueden moverse por su barrio como cualquier ciudadano más», ha añadido respecto a un proyecto que pretende extenderse por todo el País Vasco.