Las familias de la red pública alavesa quieren saber qué es lo que comen sus hijos cada día en el colegio. Es una de las principales conclusiones que se extrae de la reunión convocada esta semana por Denon Eskola (la federación de Ampas de la ... educación pública) y a la que acudieron 25 asociaciones. El malestar por el descenso de la calidad en los menús desde el mes de septiembre es una preocupación común, y más allá de alzar la voz el encuentro sirvió para que las Ampas se marquen una hoja de ruta concreta.
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«En primer lugar, todos estamos de acuerdo en pedir acceso a una información veraz sobre la comida que se sirve a nuestros hijos», traslada Lurdes Errasti, presidenta de Denon Eskola. «Hay medidas para ello, porque en todos los centros se toman muestras de la comida. Queremos conocer esos resultados, porque no somos familias histéricas, realmente estamos preocupados por lo que se les está sirviendo a nuestros hijos», añade. El problema para estos padres y madres es que la mayoría de veces la información procede de los menores y puede ser subjetiva. Por eso reclaman acceso a datos objetivos. «Nos preocupa la mala calidad y la poca cantidad, pero también la seguridad alimentaria a raíz del caso de Durana», trasladan desde Denon Eskola. En la ikastola Ikasbidea se detectaron microorganismos que la propia empresa (Serunion) atribuyó a la presencia de larvas de mosquito en la pasta.
«Las familias pagamos el servicio de comedor escolar, no es algo gratuito. Y a pesar de ello no tenemos ni voz, ni voto, ni información. Tampoco tenemos muy claro si los pliegos firmados entre el Gobierno vasco y las empresas se están cumpliendo o no, también en lo que se refiere al ratio de monitores y a las bajas», expone Lurdes Errasti. Por todo esto, han hecho un llamamiento a todas las Ampas a secundar la concentración convocada por las familias de Durana este viernes en la Virgen Blanca «por un servicio de comedor digno».
Otra de las reclamaciones de Denon Eskola es la formación del personal de los jantokis para manejar los aplicativos de educación a través de los que se informa de las incidencias. «Es posible que a los monitores les falte esa formación y por eso las quejas no están llegando», reflexiona Errasti. Y es que, según declaró el martes el consejero de Educación Jokin Bildarratz, no tiene constancia de quejas sobre los menús escolares más allá de lo ocurrido en Durana. Fuentes de su Departamento aclararon a este periódico que no se han recibido quejas de manera oficial por parte de ninguna Ampa alavesa pero sí de la mano de progenitores particulares.
Los problemas comenzaron en el mes de septiembre después del cambio en las empresas que ahora prestan el servicio (Serunion en la zona rural y Eurest en la ciudad de Vitoria). La primera de ellas ya tuvo problemas por la presencia de gusanos en menús servidos en La Rioja y Castilla y León.
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