Familias alavesas denuncian que «comida incomible es inadmisible»

Esta tarde, las familias han exigido seguridad alimentaria, alimentos saludables y a tiempo y cantidades adecuadas para los menores que almuerzan cada día en la escuela. «Exigimos a Educación que haga un seguimiento e inspección continuos del servicio que se ofrece, y también que se cree una mesa de seguimiento de los contratos con la participación de las familias», ha reclamado Carolina Pozo, portavoz del Ampa Iturribero. A su lado, los menores sujetaban carteles con lemas como 'Comida incomible es inadmisible' o 'menús sanos sin gusanos'.

«Los menús han empeorado claramente este curso y eso que no partíamos de una buena situación», ha añadido Pozo. Desde la asociación de progenitores piden también al Gobierno vasco que en próximas contrataciones se cuente con la participación de las familias, «que además de ser la parte interesada son las que financian la mayor parte del servicio». También que tengan en cuenta las experiencias en otras comunidades (Serunión ya tuvo problemas por la presencia de gusanos en La Rioja y Castilla y León) y que se haga una apuesta por comedores sanos y sostenibles.

La mala calidad de los menús que se están sirviendo tiene consecuencias, han advertido. Entre ellas «alumnado que no come, comida que se tira, mal ambiente en la convivencia del horario del servicio y malestar en las familias». Más allá del mal sabor de los alimentos, se quejan también de las cantidades. «Hay días en los que no ha habido un primer plato, un segundo y un postre para todos los niños porque no había suficiente. A mi hijo le ha pasado que se ha quedado sin comer alguno de los platos», ha detallado Pozo.

Otra cuestión que preocupa son los ratios. «Ahora mismo hay 37 niños por monitor, con la pandemia se bajó pero ha vuelto a lo de antes. Eso hay que revisarlo», reclaman desde Durana.

En muchos otros centros de Álava se han registrado problemas similares. «Esta misma semana, el responsable de Álava de comedores tenía 300 incidencias apuntadas», apunta Óscar Gauna, responsable del comedor del colegio San Martín. Él mismo ha sido testigo directo de la mala calidad de algunos platos, por ejemplo cremas de verduras con sabores «extraños», y otras incidencias como el poco cuidado con los menús especiales. A eso hay que sumar que hay jornadas en las que la comida sigue llegando tarde a los centros.