![Familia, no os voy a dejar ni un duro: mi herencia será para la ONG](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2023/04/16/ala-ballestin-kXbC-U20065264171vF-1200x840@El%20Correo.jpg)
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La familia de Feli «no verá un duro» cuando ella muera. Ese es su deseo. Enviudó joven, a los 51 años y nunca tuvo hijos. Siempre ha sido una mujer frugal y su patrimonio, que ha mantenido con aguja e hilo, se reduce a su ... piso, muy cerca del centro de Vitoria y a unos modestos ahorros, «cuatro perras», puntualiza. Esta modista jubilada está a punto de cumplir los 80 y su única familia con vida se reduce a dos sobrinas con las que, digamos, no mantiene la relación más estrecha del mundo. «Vivimos como quien dice en la misma calle y nunca se han interesado ni lo más mínimo por mí, ni siquiera me felicitan ya las pascuas... así que, ¿qué sentido que hereden lo que yo tengo?», se pregunta la mujer. «Pensé en dejarle todo a una amiga de toda la vida, pero se me murió hace dos años. Ahora que tengo la cabeza lúcida, he decidido que todo irá a Cáritas y a la Cruz Roja: los unos hacen una labor maravillosa y los otros son los que me acompañan de verdad».
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Como Feli, cada año un buen número de vascos se decide a legar a su muerte una parte o todo su patrimonio a distintas ONGs. Los motivos que empujan a estas personas son variados, pero el caso es que el testamento solidario (así se llama) está arraigando con fuerza en el territorio. Un informe de la plataforma haztestamentosolidario.org, que agrupa a más de 20 asociaciones, organizaciones no gubernamentales y colectivos sociales, refleja que el pasado año se realizaron herencias y legados por valor de cuatro millones de euros en Euskadi. De hecho, es la segunda comunidad donde este tipo de herencias están enraizando con más fuerza. En el resto de España se contabilizan, en total, ya herencias por valor de 33,8 millones de euros cada año.
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millones de euros se legaron en Euskadi en herencias solidarias fueron a parar a las ONG el pasado año, según un informe de haztestamentosoliario.org, que agrupa a 20 organizaciones.
¿Qué empuja a una persona a decidir donar mediante su testamento? Joaquín, de Vitoria, profesor jubilado de 68 años decidió formalizarlo en favor de la Asociación Contra el Cáncer como un guiño a su mujer, fallecida hace dos años de un cáncer de páncreas. «De algún modo es un homenaje para ella, lo que tengo es lo que construimos juntos tras media vida y creo que es la mejor forma que tenía de honrarla, que se pueda aprovecha para la investigación y si con esta contribución otros enfermos se pudieran beneficiar...», se emociona.
En el caso de Joaquín sí que tiene hijos. Y, no, no tiene ninguna intención de dejarles fuera del testamento. Él ha decidido legar solo una parte de sus bienes a la asociación. «Solo uno de ellos sabe que he tomado esta decisión y la respeta, pero creo que al resto les costaría más entenderlo», asegura el hombre, que por ese motivo –«y por mucho pudor»– prefiere no aparecer en este reportaje con su nombre y apellido. Este es un tema muy sensible en el que se unen los que, con toda probabilidad, son dos de los grandes tabúes de nuestra sociedad: el dinero y la muerte. Ya esto hay que sumar, claro, las suspicacias que las herencias levantan en las familias, incluso en las más unidas.
Cuando fallece un ser querido, al dolor, se suma un penoso rosario de trámites que suele culminar con la apertura del testamento. Es un momento intimísimo en el que, en ocasiones, surgen sorpresas mayúsculas. «No lo sabía, pero, si soy sincero, conociéndole, tampoco supuso una gran sorpresa para mí», concede Alex Ayala. Su hermano Fernando, un tipo deportista, falleció tras sufrir un cáncer que le fue apagando poco a poco. Antes decidió dejarlo todo atado y bien atado. Su último deseo fue que parte de su herencia fuera a Manos Unidas, para que se dedicara en proyectos relacionados con mujeres y adolescentes vulnerables.
En el caso de Álex, a la sorpresa no le sucedió ningún enfado, ni rastro de resentimiento. El hecho de que su hermano decidiera legar una parte de sus bienes a una asociación no empañó ni su memoria ni el concepto que de él tenía. Más bien todo lo contrario. «Yo estoy muy, muy orgulloso de lo que hizo». Sabe que su reacción no es, en absoluto, la más habitual.
Según los datos que manejan las ONG, la inmensa mayoría de los testadores solidarios tienen entre 60 y 69 años, aunque este perfil está cambiando, poco a poco, «sobre todo a raíz de la pandemia, cuando hubo una mayor sensibilidad con el legado solidario porque mucha gente vivió la muerte repentina de un ser querido, aunque es una posibilidad que todavía conoce muy poca gente», destaca Ana Lowenberg, responsable del área de Filantropía y Alianzas de Anesvad, una de las organizaciones que más años lleva recibiendo fondos a través de estos legados.
Las cifras del tercer sector reflejan que casi el 48% de los testamentos altruistas son de personas solteras. Sin embargo, también hay parejas casadas (alcanzan el 30%) y divorciados y viudos, con un 12% y un 10% respectivamente. Además, las organizaciones no gubernamentales reflejan que el número de mujeres que deciden hacer testamento solidario es ligeramente superior al de los hombres (un 58% frente a un 42%) y una apabullante mayoría son personas que colaboran o son socias.
En cuanto a la cantidad media de estos testamentos altruistas alcanzan los 70.000 euros (siempre según los datos de las ONG) y no siempre son ahorros contantes y sonantes. «Nosotros todos los años recibimos alguna herencia y llegan pisos, lonjas, segundas residencias y también otro tipo de bienes como joyas y obras de arte», explican desde la Asociación Contra el Cáncer en Álava. «No nos quedamos con nada, todo va destinado a investigación del cáncer. El año pasado recibimos una llamada de una residencia para decirnos que la persona que había fallecido nos había dejado la herencia. Gracias a la venta de la vivienda que heredamos se pudo continuar con la investigación de la doctora María Arechederra del CIMA de la Universidad de Navarra,que estudia cómo anticipar el diagnóstico del cáncer de hígado».
¿Cómo se hace?. Basta con elegir la ONG o fundación a la que hacer heredera y acudir al notario. Allí se informa de cómo queremos repartir nuestros bienes.
¿Hay alguna restricción? En realidad, sí. Conviene tener en cuenta que, en caso de que existan descendientes, una herencia se divide entres partes, una de las cuales es la de libre disposición.
Entonces, ¿se puede desheredar a un hijo en favor de una ONG? Es un asunto complejísimo, pero resumiendo muy mucho, se podría decir que no salvo que se haya producido alguno de los motivos de desheredación previstos en el Código Civil: por ejemplo, un episodio de maltrato. Los descendientes tienen derecho a la parte de la herencia denominada legítima (un tercio del caudal hereditario según el derecho foral).
u¿Cuánto cuesta hacer este tipo de testamentos? Es realmente barato. El trámite ante el notario no alcanza los 70 euros, muchas organizaciones lo incluyen como gratuito y tributariamente tienen otros beneficios fiscales diferentes a la línea sucesoria.
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