Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La bomba que en el año 2000 mató a Fernando Buesa y Jorge Díez Elorza removió algo en la conciencia del antropólogo Jesús Prieto Mendaza. Abandonó su zona de confort para escribir artículos en EL CORREO sobre la barbarie de ETA. El lunes a las ... 19.30 horas presenta en la sala de la Fundación Vital de Dendaraba el libro 'La sociedad vasca tras la dictadura de ETA', donde recopila textos publicados desde que los terroristas anunciaron el cese definitivo de la actividad armada. El aforo, limitado por cuestiones sanitarias, ya está completo.
- ¿Cuándo será posible escribir sin dolor sobre ETA?
- Para llegar a eso nos quedan décadas. Por ahora, es necesario que en Euskadi se siga escribiendo o haciendo cine y televisión sobre el terrorismo porque expresar y reconocer el dolor es necesario para sanar heridas y afrontar procesos de reconciliación.
- ¿Tanto le conmovió el asesinato de Buesa y su escolta?
- Yo fui un joven que vivió feliz tocando el txistu y el tamboril, saliendo de blusa y haciendo caso omiso a la gente que podía sufrir a mi alrededor. Me avergüenzo. El asesinato de Fernando fue doloroso y, además, conozco personalmente a la familia de Jorge. Aquella situación fue aún más triste por la infame manifestación convocada por el lehendakari Ibarretxe en la que hizo caso omiso al dolor de las víctimas para convertirlo en algo distinto.
- Esa exposición pública provocó que alguno incluso le considerase un «mal vasco».
- Aquí se generó un discurso por el que ser nacionalista se consideraba ser buen vasco. Eso se debió a un trabajo político persistente que cala como el sirimiri, aunque también por un factor humano por el que la sociedad estaba cómoda en un ambiente social porque le podía favorecer profesional, económicamente o en su bienestar. Esto no sólo pudo apartarme del poder administrativo, sino que me excluía el vecino, el compañero de futbito, amigos del txoko, colegas de trabajo o gente de la cuadrilla.
- Habla de la «dictadura de ETA».
- La banda fagocitó la vida social vasca, desde la cultura, el euskera o el deporte hasta el feminismo y el ecologismo. Los últimos años de Franco me pillaron como adolescente, pero la dictadura de ETA ha sido durante el resto de mi vida la que me ha privado de hablar de determinados asuntos en el ámbito público por temor.
- Su libro se centra en los últimos diez años, ¿se ha intentado idealizar el final de ETA?
- Se ha establecido un relato por parte de la izquierda abertzale, que ha llegado a abrazar parte del PNV y PSE, de que fue gracias a la mediación internacional. Eso es simplista y parcial. Hubo una teatralización para que ETA quedara bien parada. Lo cierto es que fue por estar acosada de forma inmisericorde por las Fuerzas de Seguridad, porque la comunidad internacional dejó de tolerar actividades terroristas tras el 11-S y porque la sociedad vasca dio un giro de 180 grados. ETA suspendió su actividad porque estaba debilitada y sin una reflexión ética.
- ¿Qué siente cuando EH Bildu es incapaz de condenar el ataque al panteón de Buesa?
- Están teniendo una posición pedagógica perversa para las nuevas generaciones. No niego el papel que tuvo Arnaldo Otegi, pero mientras se nos presenta como el 'Mandela vasco' sigue apoyando los 'ongi etorris', incluye en las estructuras de su partido a figuras como Kubati y Arkaitz Rodríguez (secretario general de Sortu) habla de «lo mejor de este pueblo» para referirse a los miembros de ETA. Me apena muchísimo que haya todavía grupos juveniles que están creando un fanatismo por el que en el futuro podrían enarbolar la lucha armada contra sus conciudadanos.
- ¿Por eso es tan necesario una clara condena del terrorismo?
- La petición de perdón es fundamental, pese a que ellos se empeñen en ridiculizarlo. Deben condenar de forma taxativa ese pasado para cerrarlo y que nadie tenga dudas sobre su objetivo político. A la izquierda abertzale le quedan por dar muchos pasos y ya va siendo hora.
- ¿Qué relato quedará sobre la violencia de ETA?
- He participado en un curso en Deusto para conocer qué saben los jóvenes menores de 20 años sobre esa época y los resultados son deprimentes. Unos creen que ha sido una lucha contra el franquismo que todavía impera en el Estado español, una continuación de las Guerras Carlistas, una defensa ante un supuesto genocidio... ¡Es terrible!
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.