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Susana González acude dos veces por semana a rehabilitación para tratarse de su cadera. Iñaki Ruiz se desplaza desde Judimendi hasta San Martín para ir a las oficinas del Ayuntamiento. Y Txema Bermejo llama para volver de noche a casa, cuando ya no hay servicio ... de Tuvisa o tranvía. Todos ellos han utilizado el taxi para desplazarse. Pero con un matiz:lo han hecho en uno adaptado (Eurotaxi), ya que usan silla de ruedas. ¿Eso qué implica? Que tendrán que pagar más por la carrera. Es lo que denuncia este colectivo de la sociedad y las asociaciones de personas con problemas de movilidad. «El precio y el tiempo de espera para nosotros es mayor».
Y todo debido a la falta de taxis adaptados que hay en Vitoria. Actualmente el municipio cuenta con 194 licencias, de los cuales 22 están preparados para transportar a este colectivo. ¿Son suficientes? En la teoría sí, de hecho doblan el 5% que fija la Ordenanza municipal (11,3%). Pero en la prática, el problema es «cuántos de ellos están en servicio», puntualiza Elena Ávalos, presidenta de Eginaren Eginez, organización que lucha porque las personas con discapacidad física tengan los mismos derechos. «A veces llamas y te dicen que están todos ocupados, porque no hay que olvidar que dan un servicio universal. De manera que al final no revierte en nuestro colectivo su finalidad».
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Las esperas hasta que se libera un vehículo pueden llegar «hasta los 45 minutos, cuando uno ordinario lo tienes en 5 minutos», compara Ainhoa Gamarra, al frente de Aspace (Asociación de Parálisis Cerebral de Álava). «Y luego hay que tener en cuenta en qué zona de la ciudad se encuentra». Se refiere a que la bajada de bandera puede comenzar desde el punto en el que recibe el aviso el taxista. Por ejemplo, si está en Lakua y tiene que ir hasta Salburua. «Eso incrementa el precio, puede llegar a doblarse. Es injusto porque no se nos facilita ni en precio ni en tiempo poder coger un taxi». Este periódico hizo la prueba con un usuario y el taxímetro a su llegada marcaba ya 10,80 euros, cuando la bajada de bandera en Vitoria es de 4,35,
Capítulo aparte dedican a las noches. «Nos encontramos que no hay taxis de guardia. La gente no tiene cómo volver a casa», revela Ávalos. Y esto deriva en casos como el que le ocurrió a Igor, asociado a Eginaren Eginez. «Llamaba y no tenían taxis. Esperé y esperé y al final tuve que ir por mi cuenta. En mitad del camino me quedé sin batería en la silla de ruedas y tuve que llamar a la Policía Local para que me ayudasen». Desde el Ayuntamiento informan que es Radio Taxi, quien ha declinado hablar, la «responsable directa de controlar la prestación del servicio». Es decir, garantizar ese 5%.
194
licencias municipales de taxi hay en Vitoria, de los cuales 22 son Eurotaxi. Es decir, vehículos adaptados con rampas mecánicas para usuarios que usan silla de ruedas.
Sin disponibilidad
De forma que para prevenir las largas esperas, no hay que olvidar que en algunos casos los usuarios tienen concertadas consultas médicas, hay quienes optan directamente por reservar el servicio, lo que agrava el problema. Esta es la conversación que mantuvo este periódico con Radio Taxi Vitoria.
-Buenas tardes. Quería reservar un taxi adaptado para mañana a las 9.15 horas.
-Tendrá que llamar en el momento y ver si hay disponibles o concertarlo, cuyo coste fijo es de 20 euros, incluyendo el viaje sea cual sea el destino en tramo urbano.
Desde Eginaren Eginez no se explican esta «discriminación». Mismo término emplean en Aspace, para quienes «esta forma de actuar te limita la autonomía». Porque el taxi, como abundan desde Itxaropena, colectivo de personas con baja visión, es un «medio seguro para evitar accidentes al desplazarse». El Ararteko y la Sindika aseguran no haber recibido ninguna queja, pero abren la puerta a los usuarios y asociaciones para «analizar a fondo» estos hechos.
Federación vasca de taxistas
Desde el gremio del taxi son conscientes de la carencia que sufre el servicio. «Cumplimos el porcentaje que fija la ordenanza, pero eso de ningún modo hace que se garantice el servicio, no vale para nada», zanja Borja Musons, presidente de la Federación Vasca del Taxi. Un debate que lleva tiempo encima de la mesa y que quiere atajarlo de una vez por todas. «Quiero plantear una modificación de la Ley vasca del taxi para encontrar un encuadre que garantice la rentabilida del conductor y dé respuesta a las necesidades del usuario».
La fórmula que plantea pasa por lograr «una mayor implicación de las administraciones». «Habría que bonificar de alguna manera al conductor que presta el servicio de Eurotaxi para que lo vea rentable y muestre una cierta predisposición a preferir prestar estos viajes». Y también para evitar tener que bajar la bandera desde el lugar del aviso y «poder iniciar la carrera, por ejemplo, una vez se entra en el barrio».
5%
del total de la flota tienen que ser vehículos adaptados, según detalla la Ordenanza Municipal. El cumplimiento de ese porcentaje le corresponde a Radio Taxi.
Bonificar al taxista
Lo que sí descarta es una de las soluciones que planteaban usuarios y asociaciones y que pasaría por desplegar de forma estratégica estos vehículos por la ciudad para abarcar de forma «próxima» las peticiones. «Eso sería inviable. No hay que olvidar que somos autónomos y puedes estar todo el día en un sitio sin dar servicio, hay que conseguir esa rotación. Nadie va a querer pegarse un tiro en el pie», explica el presidente
Respecto al cobro de los 20 euros por la reserva que se aplica en Vitoria, confiesa que no es algo que se esté llevando a cabo en otras ciudades, como Bilbao. Incluso el Ayuntamiento desconocía de la apliación de esta tarifa. El Consistorio y los taxistas acuerdan las tarifas, pero únicamente «la bajada de bandera y el precio por kilómetro recorrido». «Todo lo que se estipula fuera de ellas pertenece al servicio privado de la correspondiente empresa de taxi», explican fuentes municipales. Radio Taxi Vitoria ha rechazado pronunciarse al respecto.
No obstante, la Federación vasca trata de argumentar esta medida. «Cuando se realiza una reserva normal. esta se pasa a un sistema informática que se encarga de dar automáticamente el aviso 10-15 minutos antes de la hora concertada. Dado el volumen de vehículos que hay, nunca habrá problemas por quedarse sin uno. En cambio, con los adaptados se tiene que avisar directamente a un taxista, que tendra que rechazar otros servicios y se busca compensar esa pérdida», argumentan, mientras extienden la mano para buscar una solución para los usuarios de los taxis adaptados.
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