«Hace falta abrir el jazz al público joven»

Iñaki Arakistain está considerado como un pionero del jazz funk en España. Aunque esa etiqueta no la ve como una carga, todo lo contrario. «Es una elección personal hacer ese tipo de música y lo disfruto», afirma. Y añade: «En general, la mayoría de los músicos saxofonistas están muy imbuidos en el jazz más escolástico. Es como si tuviese que ser algo muy sesudo y complejo para ser bueno y no creo que haga falta. Me siento muy a gusto en mi estilo que es sobre todo el jazz funk».

Con su elección y haciendo la música que le gusta, Arakistain tiene una dilatada trayectoria en la que ha estado tocando en casi todos los escenarios y festivales de jazz de España. En esa larga lista de ciudades aún le quedaba la capital alavesa. «Me hace mucha ilusión tocar en el Prado porque llevo ya 25 años fuera de Vitoria, donde he vivido la mitad de mi vida. Me apetece muchísimo compartir mi música aquí».

Él disfruta los conciertos desde la primera nota hasta la última y así se lo hace trasladar a su público. «Los músicos estamos para tocar. Estudiamos y practicamos para subirnos a un escenario y uno intenta darlo todo en todo lo que toca».

Promete que la propuesta que va a traer «será más que interesante». «Vengo con un pianista, José Luis Kaele, que tiene 23 años y es un auténtico talento, un fuera de serie. Es un pianista que tiene toda su música en el cerebro y una técnica de otro mundo». El saxofonista afirma que está «muy contento de poder ofrecer este espectáculo a la gente de Vitoria». «Va a ser un concierto muy bonito en el que vamos a combinar tanto composiciones mías como suyas». Porque a pesar de su diferencia de edad ambos artistas comparten gustos y complicidad sobre el escenario.

Además de Luis Kaele también le van a acompañar sobre el escenario Cristina Morales a la percusión; Diego Martín como batería y el bajista César Díaz. «Voy a tocar rodeado de excelentes músicos que además son amigos. Una ocasión especial».

El concierto tendrá un poco de todo. Cuando se trata de subirse al escenario y actuar, Arakistain no escatima estilos. «Vamos a hacer un poco de jazz flamenco, funk, e incluso aprovecharemos para presentar en directo el nuevo proyecto».

- ¿El jazz tiene público joven?

- Por lo general no llega a ese sector de gente y es una pena. Me doy cuenta que el público que viene a los conciertos es de mediana edad para arriba. Tenemos que trabajar para acercar este estilo musical a la gente joven. Porque más allá de tocar lo que te gusta, hay que hacerlo para el público también, buscar qué herramientas y recursos hacen que conectes con ellos.

Con todo, admite que ampliar el espectro de edades es un reto difícil. «El jazz sigue siendo una música minoritaria y no tiene los canales comerciales para acceder a públicos amplios y con las grandes industrias musicales al mando. Eso no ayuda».