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Un hombre de 85 años falleció ayer en la localidad alavesa de Molinilla, municipio de Lantarón, por inhalación de monóxido de carbono procedente de la mala combustión de una chimenea, según las primeras hipótesis. La víctima se llamaba Félix y vivía con su pareja Piedad, ... de 75 años, que tuvo que ser trasladada al Hospital Santiago de Miranda de Ebro con síntomas de intoxicación. Al cierre de esta edición, se encontraba en estado «crítico».
La pareja fue hallada minutos después de las cinco de la tarde por su amigo Ángel, que pretendía arreglarles el tractor y que forzó la puerta porque «oía la televisión pero nadie contestaba a sus llamadas». Al entrar encontró al hombre en el suelo de la cocina y a la mujer, inconsciente sentada en un butacón frente a la chimenea. Ángel buscó ayuda y junto a otros vecinos sacaron los cuerpos de la pareja a la calle y llamaron a emergencias hasta que llegaron dotaciones de los parques de bomberos forales de Espejo y Nanclares de la Oca, además de medios sanitarios que, pese a las labores de reanimación, no consiguieron que el hombre recuperase el pulso.
«No respiraban. Al hacer frío tenían la ventana de la cocina cerrada y el aire se ha contaminado con el humo que echaba la chimenea. Cuando han salido a la calle han recuperado un poco el pulso e inmediatamente han llegado los médicos. En el caso de Piedad han conseguido salvarla, pero Félix...», comentó con voz entrecortada Ángel a EL CORREO. «Se había quejado en alguna ocasión de que la chimenea no le tiraba bien», completa una vecina de los afectados. «La Ertzaintza nos ha dicho que nos podía haber pasado algo a nosotros, pero la primera reacción ha sido la de abrir ventanas, ayudarles y practicarles los primeros auxilios».
La pareja fue vista ayer mismo por Molinilla con normalidad. «Les he visto a las tres de la tarde, pero como hace frío se habrán quedado al calor de la lumbre después de comer. Estaba todo cerrado y no se habrán enterado de la presencia del monóxido de carbono». «Es una historia muy triste, nos conocemos de toda la vida», añade esta vecina.
Ángel también «conocía a Félix de toda la vida y, pese a que nos apellidemos igual, no somos familiares. Estoy muy fastidiado porque él siempre me ha ayudado y yo lo mismo. He hecho todo lo que he podido y ojalá que Piedad pueda recuperarse», deseó. Ayer mismo habían quedado. «El tractor no le funcionaba desde hacía tiempo y el domingo quedé que iba a subir un día de esta semana. Hoy le he empezado a llamar por teléfono y no me contestaba, me ha extrañado y cuando he llegado desde Miranda me he encontrado con esta tragedia», lamentó antes de terminar la conversación.
Y es que el fallecido llevaba «toda la vida» viviendo en este pueblo de trece vecinos. El domicilio se encontraba en la calle Barrio Abajo, junto a la iglesia. «Era una persona mayor, pero que estaba bien. No paraba y siempre estaba dispuesto a echar una mano», relató el alcalde de Lantarón, Javier Uriarte, desde el lugar del suceso.
Los agentes de la Ertzaintza desplazados al lugar no aportaron ninguna información dado que el caso «está judicializado», al tratarse de una muerte no natural. La Policía vasca ha abierto una investigación para determinar las causas de este trágico suceso, aunque la mala combustión de la chimenea es la primera de las hipótesis que barajan, según ha podido saber este periódico. «El gas de la vivienda estaba cerrado, por lo que todo apunta a que pudo tratarse de inhalación de monóxido de carbono», aseguraron las fuentes.
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