Abetxuko prueba un sistema para sacar más partido a la huerta con menos trabajo

El sistema lleva años funcionando y dando sus frutos en distintos puntos del planeta. En Vitoria también se plantó esa semilla. En Basaldea, el semillero de empresas agroecológicas de Abetxuko, hay una huerta en la que Slow Food Araba lleva dos años poniendo en práctica este proyecto bautizado Horti-Reg. Se fijaron en Sylvain Courderc, que siembra en un terreno en Les Jardins de la Valette, adonde acudió Jaime García para absorber los conocimientos. «Uno de los objetivos marcados en el documento de la centralidad del alimento de la asociación es el regreso a la tierra: dar respuesta al peligro de extinción y trabajar desde un punto de vista más ecológico. Buscamos varios ejemplos y nos gustó el suyo. Visitamos su huerta y trasladamos los conocimientos a la nuestra», recuerda Javier Chaves, el productor que abandera este trabajo de Slow Food y desgrana los aspectos más importantes para garantizar el éxito.

El cambio más significativo se centra en la forma de trabajar. «Se aplica la filosofía de visión de suelo. Es decir, no trabajamos para sacar el máximo rendimiento de las plantas, sino que cuidamos el suelo para que esté enriquecido y el castillo de naipes crezca fuerte». Para ello es imprescindible «tener un buen compost. Es fundamental». También en número, porque requiere de 45 toneladas cada dos años por cada media hectárea.

Las dimensiones del terreno son otro aspecto esencial. Nada de comprar interminables parcelas para conseguir el máximo beneficio. La ecuación no se basa en cuanto más grande, mayores ganancias., sino en «pequeñas superficies, de media hectárea más o menos por cada dos personas». En el terreno se preparan bancales -zona de cultivo que nunca se pisa- permanentes. «De unos veinte metros de largo cada uno. El primer paso es enriquecer el suelo con materia orgánica y luego mullirlo para que sea fértil».

Chaves pone encima de la mesa los importantes beneficios que reporta esta técnica. «En nuestro caso ya lo hemos podido comprobar (mañana se podrá visitar, a partir de las 11.00 horas, la parcela piloto). La productividad es mayor, la sanidad del cultivo es mejor, no tenemos problemas con las plagas y el tamaño del producto es bueno. Y no es algo exclusivo de la horticultura, se podría extrapolar a la agricultura o ganadería extensiva», plantea, en un contexto de incertidumbre entre los productores por la baja rentabilidad. Y además de eso, «absorbe un 30% del carbono dióxido que va a la atmósfera», abunda Noemí Salazar, coordinadora de Horti-Reg.

Pero al margen de la forma de trabajar, Chaves cree que este método cuenta con dos ingredientes clave para activar ese relevo generacional: las condiciones y los beneficios económicos. «Sylvain Courderc nos mostró que obtenía beneficios de 60.000 euros anuales con media hectárea vendiendo en un mercado semanal y cestas a través de internet». Porque, además, la variedad de productos es amplia. «Hasta 45 tipos de verduras».

«Y a eso se le suma el calendario. Trabajaba ocho horas al día, de lunes a viernes. Y a eso le sumaba las vacaciones, de casi dos meses. Se puede vivir, y muy bien de esto», asegura. Esa periodicidad la estipula un calendario que se fija a través del programa QROP, que planifica y organiza el seguimiento de los cultivos en una huerta. La idea, explica Chaves, es «conseguir la mayor rentabilidad en la producción y lograr varias cosechas en el mismo terreno».

De manera que la pregunta es clara: ¿Por qué no está tan extendido? Su repuesta también es directa: «Buena pregunta. No lo entiendo. Son técnicas innovadoras que pretenden dar un empujón al sector. Técnicas que eliminan las incertidumbres del mercado, porque reduce al mínimo el consumo de energías. Una vez los bancales están en marcha, el motor tira». Se refiere a mecanismos como el follaje de las hojas, lo que mantiene la humedad del suelo y, a la vez, frena el crecimiento de las malas hierbas.

A eso se le añaden los 'abonos verdes', que se basan en la plantación de gramíneas y leguminosas para aumentar la fertilidad, y el compost. Algo que, sostiene, «tiene menos problemas en sequías». Y algo que, de facto, también eliminaría uno de los nubarrones para el sector y que más temor genera a los encargados de recoger el testigo: la incertidumbre. «Aquí tenemos un año bueno y tres malos», apuntó Javier Torre, presidente de UAGA en este periódico.

Con la presentación de los resultados de esta parcela de Basaldea se inaugurará mañana el Terra Madre Day (inscripciones en la web de Hortireg o por el teléfono 658 721 183). Por la tarde, en el centro cívico Aldabe se proyectará (19.00) el documental 'Los últimos de la Mejana', con posterior coloquio. El trabajo dirigido por Patxi Uriz, y protagonizado por Santi Cordón, recorre varios pueblos para tratar con los campesinos el futuro del mundo agro. El miércoles, en la Casa de la Dehesa, tendrá lugar un taller sobre la horticultura biointensiva y regenerativa.