Un exetarra condenado a 14 años representa a Bildu en la Junta Electoral de Álava

Entre los 44 condenados por pertenecer a ETA en las listas de EH Bildu hay siete con delitos de sangre. No es el caso de Matanzas. Junto a otros dirigentes también castigados en aquel macroproceso penal «señalaron objetivos terroristas». El fallo consideró probado que organizaciones ahora desaparecidas como KAS o Ekin, en la que Matanzas tenía un papel relevante, formaban las «entrañas» y el «corazón» de ETA. El ahora vocal de la junta electoral alavesa ejercía de cara al público como abogado de la izquierda abertzale.

Pero también definía la estrategia de los etarras presos, hasta que en 2007 se convirtió en uno de ellos. Cumplió diez años y salió en libertad en diciembre de 2017 tras cumplir buena parte de su pena internado en la cárcel gaditana de Puerto III.

Fue trasladado a ese centro en enero de 2011 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero al considerar que se mantenía entre los reclusos partidarios de seguir con la «línea dura». ETA anunció el cese de su actividad terrorista nueve meses después de aquel cambio de celda.

¿Qué papel tendrá Matanzas en este 28-M? Según la normativa vigente, las juntas electorales provinciales se forman con tres magistrados de la audiencia provincial por designio del Consejo General del Poder Judicial. Estos órganos temporales deben velar por un correcto desarrollo de los comicios.

Además hay un par de vocales –uno es Matanzas– «nombrados por la Junta Electoral Central entre catedráticos y profesores titulares de derecho o de ciencias políticas y de sociología o juristas de reconocido prestigio residentes en la provincia». Generalmente los proponen los partidos políticos, como es el caso.

Matanzas ya saltó a la primera línea mediática a finales de 2019 cuando impartió una charla en el Campus de Álava de la UPV junto a José Ramón López de Abetxuko. Este exetarra, que tampoco ha mostrado jamás arrepentimiento, mató al jefe de la Policía Local de Vitoria, Eugenio Lázaro, y colaboró en el asesinato del jefe de Miñones, Jesús Velasco.