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«Cualquiera puede hacerse rico». «El que no arriesga, no gana». «Cuando llevas tu dinero al banco, nada más entrar, ya estás perdiendo». «Invertir en ... vivienda es un error». Son algunos de los particulares y transgresores consejos-eslóganes que solía repetir Aitor Zárate (Vitoria, 1966), conocido exjugador de baloncesto –militó en el Caja de Álava, Coren Ourense, Caja Bilbao y Zaragoza– que cambió las zapatillas por el 'trading' y el parqué de la cancha por el de la Bolsa y el mercado de inversiones, donde se popularizó como gurú financiero tras publicar varios libros y organizar cursos. Su imagen era la de un triunfador, la de uno de los primeros que popularizaron en España la especulación en bolsa –no tanto en acciones como en futuros o en mercados de divisas– como método para ganar dinero fácil.
Pero su fama de bróker de éxito, de moldeador de millonarios, se acaba de ver empañada. Ha ocurrido al aflorar la denuncia de tres afectados que, de acuerdo con su versión, pusieron su dinero –unos 600.000 euros entre todos– en manos de Zárate para que le sacara rentabilidad, pero lo han perdido sin recibir una justificación del experto vitoriano, del que «no tienen noticias». Dicen que se halla «en paradero desconocido». Es lo que transmite a EL CORREO Alberto Mondragón, un investigador «especializado en detección de timos y estafas» que ha coordinado la querella «por estafa» presentada el pasado martes en los juzgados de la capital alavesa por tres personas, «dos hombres de Vitoria y una mujer de Madrid». La denuncia, avanzada este fin de semana por 'El Confidencial' (que ayer apuntaba la existencia de una segunda querella en Gandía), está dirigida contra el exbase del Baskonia, su hermana y un presunto socio, y está a la espera de que se acepte a trámite.
Autor de distintos volúmenes para aprender a ganar dinero ('La trampa del oso', 'Cambio de vida. Cómo hacerse rico', 'Mueve tu dinero', 'Espabila y gana dinero con la crisis', 'El factor K', 'La simplicidad del primer millón' y 'En ruta con AZ'), el gurú alavés de las finanzas organizaba charlas de formación y cursos en distintas ciudades, la mayoría en Vitoria. Lo hacía bajo la marca comercial El Factor K. Antes, siendo aún baloncestista, ya creó empresas de representación de jugadores y de inversiones. «Cuando los demás iban al entrenamiento con el As y el Marca, yo iba con el Expansión, y me decían que estaba descentrado», contaba Zárate en una entrevista a este diario en 2006.
Lo cierto es que sus libros se colaron entre los más vendidos y sus ponencias también suscitaban interés. «Iban hasta 200 personas, las salas se llenaban», recuerdan en el sector. Ahí se gestó el caso que ahora sale a la luz. «Zárate se dedicaba a impartir cursos de 'trading' y cobraba por ello. Se dedicaban a captar participantes y a los que tenían medios económicos, empresarios sobre todo, les ofrecían ser su bróker (agente intermediario)para operaciones de inversión con un 7% de rentabilidad en el primer año hasta un 78% a los seis». Para ello «suscribían contratos con los clientes».
Los ahora querellantes, que «pagaron 6.000 euros» para participar en uno de esos cursos, entregaron su dinero a Zárate «en 2012», explica el abogado José Antonio Tuero, al frente del caso. Pero cuando comenzaron a vencer los plazos para recuperar lo invertido así como las ganancias prometidas, en 2016, su dinero se había esfumado. Los perjudicados pidieron explicaciones y se les contestó que su capital se había perdido «por error de un bróker». «Se sienten estafados, la única explicación que se les dio es que habían perdido su dinero en una inversión, no han dado ningún tipo de prueba ni justificante», abunda Mondragón.
Desde entonces no han podido localizar a Zárate ni por teléfono, ni a través del e-mail... «Se lo ha tragado la tierra», dice Tuero. Tras 5 meses dando forma a la querella, «seguramente vamos a añadir a 9 personas más». EL CORREO se ha puesto en contacto con la hermana del denunciado, que ha declinado hacer declaraciones. Tanto el letrado como el coordinador aventuran que «solo en el País Vasco puede haber unos 300 afectados y en el resto de España más de 1.000», y la presunta estafa «puede llegara a 22 millones» en total. «Aitor se ha aprovechado de su imagen para embaucar a estas personas. Tenía labia, los embelesaba. El curso era el cebo», analiza el abogado.
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