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El coronavirus ha arrasado como un 'tsunami' con la agenda local. En sus hojas se suceden desde hace más de un año los actos cancelados, movidos una y otra vez de fecha, reconvertidos al formato online, aplazados 'sine die'... pero parece que en otoño comenzará ... a escribirse una nueva página. A la vuelta de las vacaciones, a partir de septiembre, el calendario de Vitoria aparece cargado de eventos. Desde congresos a pruebas deportivas, la inmensa mayoría programada inicialmente para la primera mitad del año. El final del verano se asoma con esperanza como el inicio de cierta normalidad y, reconocen quienes se mueven en este ámbito, «se aprecia que el sector está acelerando su reactivación» de cara al último cuatrimestre.
El final del estado de alarma, la relajación de las restricciones y, sobre todo, la velocidad que ha tomado la vacunación en las últimas semanas han animado ya la organización de eventos en la ciudad. En mayo y junio, de hecho, el Palacio Europa y Villa Suso funcionaron casi a niveles prepandemia, con 79 actos frente a los 82 que acogieron durante ese periodo en el 'normal' 2019, con la evidente diferencia, eso sí, del aforo. Entre septiembre y noviembre tienen previstos otros 70 (62 serán en la Avenida de Gasteiz), y la sensación en el sector es que llegarán unos cuantos más. El VII Congreso de la actividad física y el deporte en Euskadi, por ejemplo, se celebrará entonces tras su cancelación a finales de 2020. Tampoco faltarán Magialdia, el BTI Day, el Miniature Pintxos Congress... o un encuentro internacional de expertos en linfología.
La programación de 'gigantes' de las ferias como Fitur en primavera, en Madrid, o el Mobile World Congress hace escasos días, en Barcelona, dan pistas de que la vuelta de los eventos ha cogido ritmo. Y la capital alavesa no va a ser una excepción. Maider Etxebarria, concejala de Promoción Económica, reconoce que «este sector puede recuperarse a pesar de la pandemia» y por ello, explica, «estamos volcados en la difusión de Vitoria como destino turístico y congresual por distintas ciudades del país». Las pruebas deportivas son otro de los atractivos que vende la urbe. Sus promotores han confiado asimismo su celebración a otoño después de que se cayeran de sus fechas tradicionales, en primavera y comienzo del verano, por los malos datos epidemiológicos y las limitaciones sanitarias. La incertidumbre sobre la evolución de la pandemia, y de las propias restricciones, permanece, pero todo apunta a que, con el proceso de inmunización ya en marcha entre los treintañeros, sólo puede mejorar.
MAIDER ETXEBARRIA, CONCEJALA DE PROMOCIÓN ECONÓMICA
Eso es lo que esperan la Carrera de la Mujer o el Ironman -que ha cambiado su edición de 2021 hasta dos veces de fecha- con su traslado a septiembre y el Maratón Martín Fiz, que se atará las zapatillas en octubre. En los hoteles sufren este baile de eventos en el calendario y acusan, sobre todo, la cancelación de citas masivas como el Azkena Rock. La actividad en sus salones, que albergan desde reuniones de empresa a presentaciones o foros de todo tipo, también parece que remontará a la vuelta de las vacaciones. «Las expectativas son buenas pero sólo son previsiones», plantea Gema Guillerna, directora del NH Canciller Ayala, con mucha prudencia. En los últimos meses ha acogido «cosas chiquititas», como alguna sesión de formación a diez o doce personas, mientras la pandemia le impide aún llenar las salas de hasta 300 metros cuadrados que posee el establecimiento.
En el Silken Ciudad de Vitoria constatan las «ganas» que hay entre los organizadores de eventos de recuperarlos tras las vacaciones. «En primavera se canceló todo y la vista está puesta en septiembre, en la esperanza de tener entonces una medio normalidad», comparte Leyre Aramburu, al frente de este hotel cuyos espacios reservan también diversas empresas. Los actos grandes, eso sí, «va a costar que vuelvan» aunque nadie quiere oír hablar de tener que posponer una cita «a 2022». El otoño da cierto margen para evitarlo y en el AC General Álava, que se nutre de los asistentes al vecino Palacio Europa, aseguran que para octubre «hay movimiento». Y eso ya es mucho después de este año y medio para olvidar.
Los eventos han encontrado un salvavidas en internet. El formato online al que tantos actos han recurrido en la pandemia sortea restricciones de aforo, distancias, movilidad... y muchos gastos, un auténtico alivio para los organizadores pero una amenaza para las ciudades. Así no hay retorno económico en hoteles, restaurantes o compras. Maider Etxebarria, edil de Promoción Económica, sostiene que «estamos en un contexto socioeconómico cambiante, pero lo que no va a cambiar es nuestra apuesta por el formato presencial de los congresos, que beneficia a sectores como la hostelería y el comercio». En este momento, recalca, «es más necesario que nunca reconocer el papel de las personas y empresas que impulsan las reuniones profesionales».
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