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El presupuesto de las Ayudas de Emergencia Social (AES) del Gobierno vasco se ha reforzado este curso con 15 millones de euros 'extra' para hacer frente a las consecuencias de la crisis sanitaria, que se engloban en la suma total de 43,5 millones que se destinarán en 2021. El pasado año, en el que se desató la pandemia, estas prestaciones se incrementaron en 16 millones (hasta 43,5 millones) y llegaron a más de 63.000 personas (de un total de 68.000 solicitantes que acudieron a los servicios sociales de base), de las cuales más de 35.000 (el 55%) eran mujeres, y más de 18.000, menores de 15 años. La cifra ha crecido desde los más de 59.000 beneficiarios contabilizados en 2019. Esa es la particular fotografía que ha ofrecido la consejera vasca de Igualdad, Beatriz Artolazabal.
La responsable del Ejecutivo ha presentado el balance del fondo Covid 'Inor Atzean Utzi Gabe' -surgido para ayudar a los más necesitados frente a las consecuencias del Covid-, así como de las propias AES, en un encuentro desarrollado este miércoles en Vitoria con representantes de ayuntamientos de las capitales vascas así como de entidades del tercer sector. En el caso de ese 'fondo Covid', más de 13.000 personas y/o familias se beneficiaron en 2020 de los ocho programas desarrollados dentro de esa iniciativa. Uno de ellos, bajo el nombre 'Aterpeak', habilitó durante el confinamiento diversos espacios para acoger a personas sin hogar en las tres capitales, con 1.635 personas atendidas, y dispensó 978 kit de prendas y 62 kits de material escolar.
Otra de las acciones, 'Guztion Artean', consistió en una red de solidaridad organizada para poder canalizar la ayuda. Aquí, 1.561 voluntarios realizaron 2.295 intervenciones como compra de medicamentos, comida o productos de higiene; recogida de basura; realización de trámites y gestiones; etc. Se sumó también el programa 'ADI' para ofrecer apoyo psicológico a personas que debido al estado de confinamiento y alarma vieron acentuado su malestar emocional, especialmente, personas mayores. En total se dio atención a 511 solicitantes de forma directa o indirecta. Betirako: servicio profesional de acompañamiento al duelo de personas que han perdido a algún familiar durante el confinamiento. En 2020, 402 personas o familias, fueron atendidas.
Entre los planes puestos en marcha figura, además, 'Azken Sarea Indartzen', que funcionó como una última red para dar cobertura a las necesidades básicas de personas y familias con falta de recursos y con imposibilidad de acceder a las Ayudas de Emergencia Social (AES) ni la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). En este caso se repartieron 7.621 prestaciones. Asimismo se activó la iniciativa 'Erdu' como plan de intervención de proximidad en adicciones, que atendió el año pasado a 832 personas, en unidades móviles y de forma telemática. Otra de las iniciativas, 'Lehen Urratsa', incorporó la puesta en marcha de itinerarios desde los recursos de alojamiento y acompañamiento social de las personas sin hogar que fueron acogidas en refugios durante el confinamiento. El resultado fue de 694 personas atendidas. Igualmente, el programa de refuerzo educativo extraescolar para alumnado afectado por la brecha digital 'Aukerak Suspertzen' ayudó a 928 familias -un tercio de ellas, monomarentales- y, en total, a 1.114 pequeños.
De cara a 2021, cinco de los programas incluidos en el fondo contra las consecuencias sociales de la pandemia tendrán continuidad con una dotación de 10 millones de euros y partidas destinadas a entidades sociales por valor de 8,6 millones a las que se añaden 1,3 millones del programa contra la brecha digital escolar 'Aukerak Suspertzen', que adquiere vocación de permanencia en la dirección de Infancia y Familias. «Estoy orgullosa de cada uno de los ocho programas impulsados desde este fondo, porque hemos llegado a personas con nombres y apellidos, con proyectos de vida que no deben verse truncados por la pandemia», ha destacado Artolazabal.
El alcalde de Vitoria y presidente de la asociación de municipios vascos Eudel, Gorka Urtaran, ha resaltado por su parte que «un eficaz modelo de gobernanza pública debe basarse necesariamente en estrategias de colaboración con la ciudadanía, el tejido económico y por supuesto con el Tercer Sector Social». «Con su ayuda podremos seguir haciendo frente a la pandemia protegiendo nuestra salud, cuidando a las personas sin dejar a nadie atrás y apoyando nuestra economía». Mikel Barturen, coordinador de Sareen Sarea, ha puesto en valor que la comisión mixta de exclusión dependiente de la Mesa de Diálogo Civil de Euskadi «ha sido un espacio de interlocución, de trabajo en equipo, facilitador de la coordinación interdepartamental e incluso interinstitucional, en el que se han expuesto problemas y necesidades, a las que se han buscado respuestas de manera conjunta y colaborativa, ilustrando una buena práctica de diálogo civil».
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