Cuando se cumple un año del crimen de la vitoriana Maialen, que evidenció graves errores del sistema que debe proteger en Euskadi a las mujeres amenazadas, la Ertzaintza ha rectificado su protocolo de evaluación: ahora respeta el nivel de alerta con el que llegan ... las víctimas del resto de España al País Vasco. Embarazada de gemelos, Maialen apareció acuchillada en la habitación de un apartahotel de la Avenida de Gasteiz que compartía con su excompañero y su bebé. Venía de residir en Valencia y Málaga, donde tenía asignado un nivel de protección «extremo» como víctima de violencia de género.
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Pero al llegar a Vitoria, la Ertzaintza analizó el caso y rebajó su grado de seguridad a «básico». ¿La razón? Tras sus respuestas a las 20 preguntas del protocolo vasco, un escueto sí o no, el sistema informático no apreció riesgo para su vida. Su verdugo acabó con ella la tarde-noche del sábado 27, pero no fue hasta el mediodía siguiente que hallaron su cuerpo. Muy cerca se encontraba su pequeña. El asesino, su expareja, fue detenido cerca de Zaragoza, cuando trataba de huir a la costa mediterránea.
Tras las críticas de jueces, fiscales y diferentes asociaciones, el Gobierno vasco abrió una investigación interna, llegó a admitir una «cadena de errores» y anunció una serie de medidas. Según ha podido confirmar ELCORREO, la atención a las maltratadas procedentes de otros puntos del país se ha modificado. Ahora, a una víctima acreditada por otro cuerpo policial, la Ertzaintza le mantiene la categoría de riesgo con la que llega especialmente si se trata de «alto» u «extremo». Sólo después de que haya expresado su deseo de residir en Euskadi, pasado un tiempo prudencial y de que su expediente original completo haya sido «transferido», esa amenazada vuelve a someterse a una revisión, reconocen desde el Departamento de Seguridad.
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David González
Porque en el caso de Maialen, ella no se sentía víctima. «Ocurre demasiadas veces. Y ahí es donde existe mayor probabilidad de que suceda algo malo», advierten agentes especializados consultados por este periódico. El asesino de la vitoriana, que se enfrentará a la prisión permanente revisable, se registró en el establecimiento hotelero con una identidad falsa con el conocimiento de su víctima. Convivieron varios días pese a tenerlo expresamente prohibido. Al parecer, este treintañero de buena familia ejercía un fuerte control económico, emocional y psicológico sobre ella.
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La 'homologación' automática del nivel de protección de las víctimas que vienen de otras provincias no ha sido la única medida. El Gobierno Vasco ha anunciado una inversión extra de 7 millones de euros para protegerlas con un nuevo plan «integral», más agentes especializados o un convenio con la UPV para «actualizar» la herramienta policial de valoración de riesgo de las mujeres amenazadas. En la actualidad, la Ertzaintza sigue la pista a una media de 280 casos graves, denominados aquí como «riesgo alto» y «especial».
En cualquier caso, desde el Departamento de Seguridad insisten en que hace «más de dos años» que trabajan con el Gobierno central y Cataluña para tratar de armonizar los protocolos.
En la actualidad existe «una mesa de trabajo creada por el Ministerio del Interior para que los sistemas informáticos de evaluación y gestión de los casos de violencia machista de las policías interoperen. Se está trabajando en que el sistema Viogen –el nacional– se entienda con los sistemas digitales de todas las policías», especifican desde Lakua. Ahora las bases de datos son independientes.
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De esta manera, Interior atiende en parte a las reclamaciones de otras instituciones, como la Fiscalía. Poco después del asesinato de la joven vitoriana, la fiscal jefa de Álava, Carmen Cotelo, reclamó a «las Policías que se coordinen, la violencia machista no entiende de autonomías».
El propio Ministerio Fiscal ha modificado también su plan de actuación con los quebrantamientos, otro eslabón muy sensible en estos procesos. Hasta el crimen de Maialen, en Vitoria no se detenía al agresor si la víctima «consentía». Ahora si un hombre rompe la orden de alejamiento se arresta «en todos los casos».
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