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El Ayuntamiento de Vitoria confía en que Gardelegi se mantenga libre de amianto pese a las intenciones del Gobierno vasco. La alcaldesa de la capital alavesa, Maider Etxebarria (PSE), subrayó ayer que la Administración local «no contempla» cambiar el estatus del vertedero municipal para empezar ... a recibir «residuos peligrosos», entre los que destaca el fibrocemento.
La regidora se anticipó así (lo hizo a preguntas de los periodistas) a una eventual petición de Lakua. Eso sí, ella misma señaló que la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente no le ha realizado la petición de forma «expresa». «Hemos tenido una reunión con ella, pero tratamos cuestiones generales, como corresponde a un primer contacto, sin llegar a abordar detalles específicos», explicó la socialista.
Se trata de la primera ocasión en la que Etxebarria, quien avanzó que abordará el asunto «con prudencia», se refiere a la posibilidad de abrir las puertas de Gardelegi al amianto desde que es alcaldesa. La cuestión despertó una importante polémica durante la pasada legislatura. Fue entonces cuando la consejera Tapia señaló que la capital alavesa debería recibir el fibrocemento que se generaba en su territorio. «En una capital grande, como Vitoria, donde sabemos que hay amianto en numerosas instalaciones, sobre todo privadas, lo lógico es que se haga un listado y se recoja en su vertedero», dijo la responsable nacionalista el pasado febrero.
Aquella declaración de intenciones de Tapia se encontró con el rechazo del anterior alcalde, Gorka Urtaran (PNV), hasta el punto de que la consejera asumió la dificultad del acuerdo. «Me temo que serán conversaciones muy largas», afirmó en aquella ocasión, en la que recordó que las leyes estatales obligan a las ciudades a hacer un listado de las instalaciones que tienen fibrocemento y establecer una orden de prioridad para su eliminación.
En este sentido, las palabras de la actual regidora apuntan en la misma dirección. Los grupos de la oposición (EH Bildu, PP y Elkarrekin Podemos), por su lado, rechazaron de forma tajante la posible entrada de residuos peligrosos en Gardelegi. Mucho menos contundente fue, mientras tanto, la portavoz Beatriz Artolazabal durante la campaña electoral. «Generamos residuos y tenemos que ser nosotros los que los tratemos. No es sostenible enviarlos en transporte y generar CO2 en otros sitios», dijo en una entrevista con este periódico.
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