Una etapa del Tour compartida

Esa meta es la que se han puesto hoy cientos de vitorianos que han acudido a la Plaza de la Provincia. Con motivo de la Semana Europea de la Movilidad, el Ayuntamiento ha organizado una 'pedalada popular' para concienciar sobre los beneficios que aporta al medio ambiente desplazarse en bicicleta.

Para ello, el Consistorio ha instalado 25 bicicletas estáticas, música y un 'speaker' para esta sesión. «No es una clase de spinning», se apresuraba a matizar Iñaki Elorza, el responsable de animar esta ronda de pedaladas en la que cada persona podía ir al ritmo que quisiese durante unos diez o quince minutos. Una pantalla iba mostrando el impacto en kilos de dióxido de carbono ahorrados a la atmósfera.

Jadeante después de siete minutos exprimiendo sus gemelos, Jaione González no se escondía. «Cansa, pero me he animado por compartir un rato con gente a la que nos gusta la bici», explica. «Esta es una semana que no va a cambiar las cosas, pero sí puede servir para concienciar a la gente. De todas formas, creo que aquí usamos mucho la bici para desplazarnos», argumenta.

González tiene razón en parte. En Vitoria hay muchas veces, pero la alerta que ha lanzado esta semana el Centro de Estudios Ambientales (CEA) es que no se mueven tanto. Tres de cada cuatro vitorianos tiene bici, pero sólo un 20% de la ciudadanía la usa para sus desplazamientos habituales.

Miriam Ruiz de Azua está al tanto del estudio del CEA y coincide con otra de las conclusiones de ese estudio municipal: el patinete eléctrico está ganando terreno, pero no saca a gente del coche, sino que se impone como opción para quienes hasta ahora caminaban o usaban el transporte público. «Mi hijo de 16 años ahora no hace más que pedírmelo. A mí me da un poco de respeto el patinete. Lo pensaremos de aquí a Navidad», explica.

En su opinión, la nueva ordenanza que regula el uso de este medio de transporte «da seguridad a los peatones y a los propios patinetes». «Entiendo que pueda ser un poco incómodo para los chavales, pero creo que es mejor», comenta mientras espera a su turno para subir a la bici. El mero hecho de montar ya daba derecho a un pequeño obsequio, aunque el premio importante eran las cuatro bicis que se han sorteado.