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El Ayuntamiento quiere enterrar de forma definitiva la sombra de la Ronda Sur que atravesaba Olárizu. El proyecto original de principios de los 2000, que cruzaba el parque, no estará entre las opciones que se planteen en el estudio de alternativas al tráfico en el ... Sur. El análisis excluirá aquel trazado por su elevado impacto medioambiental, el mismo argumento que empleó Gorka Urtaran para descartarlo como solución hace un mes.
El equipo de gobierno (PNV-PSE) confía en sacar a concurso público el contrato en otoño, de cara a conocer el resultado para «comienzos de 2023». Este análisis determinará los posibles trazados de una eventual circunvalación en el Sur. Para entonces, conocerá el resultado de las medidas «quirúrgicas» que presentó en junio, y del otro estudio recién encargado relacionado con el tráfico en el Sur. Este último, desvelado ayer por este periódico, mide los «flujos del tráfico» en Iturritxu, donde circulan 12.500 vehículos de media, y aborda algunas posibles soluciones con los viales actuales, lo que también determinará la eventual necesidad de una nueva conexión entre el Este y el Oeste por el Sur.
El estudio que debe analizar posibles trazados para una circunvalación se adjudicará a una «ingeniería especializada en tráfico» y tendrá una «inversión mayor», según trasladaron ayer fuentes del departamento de Movilidad y Espacio Público. Esta será una de las principales diferencias respecto al reciente encargo, cuya adjudicación fue «directa» a Ingartek Consulting por tratarse de una cuantía inferior a 15.000 euros sin IVA (17.303 en total).
De esta forma, el Gabinete Urtaran avanza en los trámites para buscar posibles soluciones al embudo diario del Sur, «sin descartar» una nueva conexión por carretera. Pese a las críticas de EH Bildu y Elkarrekin Podemos, que ha llegado a «suspender» su acuerdo urbanístico, el alcalde insiste en explorar nuevas soluciones al tráfico en el Sur, agravado también tras la implantación del BEI.
El Gabinete Urtaran fijó ayer «para febrero de 2023» la aprobación inicial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). El equipo de gobierno mantiene los plazos pese a las críticas de la oposición y de que su socio, Elkarrekin Podemos, haya puesto en «suspenso» el acuerdo urbanístico. Al margen del equipo morado, tanto el PP como EH Bildu mostraron ayer sus dudas respecto a su aprobación. El concejal Miguel Garnica (PP) aseguró que el Plan General está «en punto muerto», mientras que la formación abertzale le acusó de «negociar el futuro del municipio en mesas opacas con promotores y constructoras».
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