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Las estafas que nos acechan

Las estafas que nos acechan

La Ertzaintza tramita en Álava más de seis denuncias al día por algún fraude. El 90% se cocina a través de internet

Domingo, 23 de enero 2022, 02:35

Esta semana ha sido el timo del supuesto sms de una entidad bancaria alertando sobre «una conexión no autorizada» en la cuenta del receptor del mensaje. Era una trampa para acabar enviando por bizum un mínimo de 499 euros a unos desconocidos. Por desgracia, la lista de estafas que nos acecha resulta mucho más larga. Tanto en su faceta presencial –en claro retroceso– como en la telemática, la dominante con el auge de internet y de los móviles inteligentes. 2.306 actas abrió la Ertzaintza el año pasado en Álava por estas causas. Más de seis por día.

El 90% se cuela a través de nuestros teléfonos, emails y ordenadores. La Policía autonómica cuenta con un equipo de centinelas para poner coto a esta delincuencia, cuyo origen lo mismo puede situarse en un bloque de Aranbizkarra que en Chile. Por eso, «el sentido común es básico», solicita Iñaki Arteaga, el jefe del Servicio de Investigación Criminal Territorial de Álava. «Hay que denunciar siempre», pide.

Un enlace falso para acabar dando dinero por bizum

Aunque el envío masivo de estos sms fraudulentos se ha condensado esta semana en Vitoria, los primeros casos datan de noviembre. «Básicamente, el mensaje dice ser de una entidad bancaria y que te han hackeado, pero es un engaño muy burdo», concreta Manu Viota, probablemente el mayor experto de la Ertzaintza en ciberdelincuencia. «No hay que entrar jamás en ningún link que te llegue por esta vía», ataja. Si lo haces, acabas mandando sin saber un bizum a un desconocido. En esta oleada, la mayoría de las víctimas se ha dejado 499 euros, pero hay al menos un caso de 1.500 euros. Las variantes son innumerables.Llegan por oleadas a través de envíos masivos a miles de terminales. En verano tocó la modalidad de unos paquetes de mensajería que se habían extraviado.

«Compras un Iphone y te envían un ladrillo o un tebeo»

En ciertas páginas web de compraventa de objetos a veces se promocionan auténticos chollos. Productos que se ofrecen por menos de la mitad de su precio real. Unas bicocas que, en realidad, suelen ser anzuelos para almas cándidas. «Hemos tenido casos de gente que cree adquirir el último modelo de Iphone y recibe un ladrillo o un par de tebeos», destaca Viota. Ylo mismo al revés. «Vendes un bici, alguien te contacta y automáticamente te la compra sin intentar bajar precio o verla». Se las ingenian para no pagar y quedarse con el objeto. Aveces fingen mandar una cantidad superior al precio, para que además el vendedor-víctima les remita la diferencia. Así pierden el objeto y encima mandan dinero al estafador.

  • 2.306 estafas registró en Álava la Ertzaintza durante el año pasado. De ellas, sólo 254 fueron presenciales, cara a cara. El resto de timos, el 90%, se fraguó a través de los teléfonos móviles y ordenadores de las víctimas.

  • 181 denuncias por compraventas de vehículos. El comprador descubren que le han mentido en el kilometraje, que el coche tenía cargas de las que no le habían informado o que incluso no pertenecía realmente al vendedor. Muchas veces, el asunto no alcanza el grado penal. «Ahí se puede acudir a Kontsumobide», aconseja Arteaga.

  • El 25% de las denuncias por la red. Una de cada cuatro denuncias interpuestas a lo largo de 2021 ya corresponde a «hechos delictivos cometidos a través de internet».

  • Secuestros exprés. Se recibe una llamada. El comunicante dice tener en su poder a un familiar directo. Exige de inmediato una cantidad económica. «Suelen valerse de los datos que les vamos dando en la conversación para construir el relato», enfatiza el agente Eduardo. Por eso no hay que hacer caso, colgar y llamar a ese familiar. El año pasado hubo ocho casos. Por cierto, las llamadas se hicieron desde una cárcel chilena.

Usar el nombre de la víctima para delinquir

Los datos personales son un tesoro en malas manos. Hay mafias que se encargan de conseguir documentación de personas normales que luego usan para «pedir créditos, recibir transferencias de dinero» de operaciones fraudulentas, etc. «No facilitemos nuestros datos en sitios no seguros». Porque una vez que caen en manos de estas organizaciones –hay un auténtico mercado soterrado de datos– se puede acabar involucrado en un delito del que nada sabe el timado.

«Te hacen creer que ganas, metes más y pierdes todo»

Se ha convertido en uno de los pasatiempos financieros de moda. Seguro que conoce a alguien que invierte en criptomonedas, si no es usted mismo. Se trata de un foro aún envuelto entre interrogantes, con plataformas muy serias rodeadas sin embargo de auténticos chiringuitos virtuales, algunos creados exclusivamente para engañar. «Hay operadores fantasmas que te hacen creer que vas ganando mucho dinero cuando, en realidad, ese índice que ves es una demo (grabación). Al final inviertes más dinero para 'ganar' más y lo pierdes todo», resumeViota. La mejor opción, ir siempre a empresas contrastadas. Hay una derivada curiosa. Los ciberdelincuentes construyen identidades falsas, generalmente de mujeres, y se ofrecen en webs de ligoteo. Lo sabe bien Javi, alavés cuarentañero y soltero. «Pensé que había ligado con una chica de Londres. A las dos semanas de chatear me dijo que se había enterado de un chollo ligado a criptomonedas y que si le mandaba dinero me metía en ello. Ahí corté todo contacto».

Envío de dinero a una nueva cuenta, que es falsa

El correo electrónico ha desbancado al teléfono o los contactos presenciales en las comunicaciones entre empresas. Un filón para estos trileros del siglo XXI. El engaño siempre es idéntico. Un cliente habitual –al que han suplantado la identidad– remite un email a la compañía a la que se quiere desfalcar. Informa de que ha cambiado su número de cuenta. La comunicación lleva el logotipo de este partner. Lo firma un comunicante habitual. «Todo parece real, pero si cambias la domiciliación envías el dinero a una cuenta y luego será muy difícil recuperar ese dinero», explica el agente especializado Eduardo. El remedio pasa por un sencillo paso:«Podemos cerciorarnos de su veracidad simplemente levantando el teléfono y llamando a ese contacto, que lógicamente nos dirá que no tiene nada que ver». Nadie está libre de este engaño. En esta legislatura, hackers estafaron 118.000 euros a la Diputación alavesa por este método. Esa cantidad pudo recuperarse.

Chantaje tras contratar servicios sexuales

Existen en Vitoria varias webs dedicadas a la contratación de servicios sexuales. Entre las personas que allí se anuncian también se cuelan extorsionadores. El cliente contacta con la profesional y, aunque no llegue a producirse el contacto físico, al poco recibe una comunicación en el que se le informa de que airearán su acción a no ser que pague un dinero. La sextorsión «nunca parará», por lo que desde la comisaría de Portal de Foronda aconsejan denunciar desde el primer momento. «Aunque mucha gente no se atreve por vergüenza a dar este paso vital para nosotros, porque así tenemos constancia de lo que está sucediendo», rafitica Arteaga. En 2021 investigaron 21 casos en Álava.

Se van de la gasolinera sin llegar a abonar la factura

Un caso claro de picaresca que algunos han convertido en costumbre. El año pasado, la Ertzaintza tramitó 58 denuncias en gasolineras alavesas en las que los clientes se habían ido sin pagar tras llenar el depósito. No marcharon quemando rueda. Al contrario. Alegaron que no llevaban dinero en efectivo, que no les funcionaba la tarjeta o porque usaron documentación falsificada. «En estos casos, cabe recordar que estos negocios disponen de cámaras de seguridad y, como mínimo, queda registrada la matrícula del coche», advierte Arteaga.

Exigen un pago inmediato que en realidad no existe

Llamada a un comercio minorista de la capital alavesa. Al otro lado de la línea, un supuesto proveedor exige el pago de alguna mercancía. El receptor, generalmente un empleado, desconoce de qué le hablan. El comunicante le apremia a pagar y le 'recuerda' que su jefe ya sabe del asunto, pero claro no le deja ni preguntar. «Quiere ya el dinero, le atosiga», condensa el agente Eduardo. Se han dado casos de que los estafados han abonado de su propio bolsillo» hasta mil euros. Esas cantidades se marchan por la aplicación bizum «para evitar su trazabilidad». Es decir, que no llega a recuperarse el dinero. Alo largo del año pasado se registraron trece engaños bajo este método en la capital alavesa.

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