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Todavía con varios meses por delante hasta que entre en servicio el Bus Eléctrico Inteligente, conductores y peatones que comparten el trazado por el que discurrirá experimentan desde hace meses los efectos de la obra. Fundamentalmente, embotellamientos así como falta de plazas de aparcamiento y ... reducción del espacio peatonal en diversos tramos del trazado. EL CORREO ha recorrido los 10 kilómetros del 'anillo' de circunvalación por el que rodarán los nuevos buses 100% eléctricos. ¿Sus principales 'puntos negros'? Esmaltaciones, El Batán, América Latina y Santa Lucía, si bien Ariznabarra y Txagorritxu, con obras en distinto grado de avance, sufren también consecuencias, entre otros puntos.
El recorrido que actualmente cubre en dos sentidos la Línea Periférica de Tuvisa, la cual será sustituida por el BEI entre otoño y finales de año según las últimas previsiones municipales, tiene su partida y destino en las paradas de Mendizorroza y en Zaramaga, junto a El Boulevard. El análisis realizado por este periódico parte desde ese último apeadero, y ya el primer conflicto surge en la intersección de la calle Zaramaga con Portal de Gamarra, donde está la siguiente parada.Ahora hay dos carriles para el tráfico en superficie, y residentes o trabajadores que necesitan utilizarlos para acceder a viviendas de la zona se verán afectados cuando el flamante urbano ocupe uno.
El siguiente tramo en rojo llega en Santa Lucía. Su principal vía, con más de 8.000 vehículos diarios según registros del Ayuntamiento, ha perdido dos de sus cuatro carriles, que pasan a ser de uso exclusivo para el nuevo bus. Esto impone importantes cambios. De entrada, la glorieta con Polvorín Viejo, llegando desde la calle Madrid, obliga a los vehículos a incorporarse al carril derecho si quieren continuar recto por Jacinto Benavente, pero para esa maniobra se ha dejado un tramo «muy corto» señalizado con línea discontinua, inciden usuarios de la vía. «Muchos se quedan en el carril izquierdo, por el que solo puedes hacer el giro en la rotonda o ir hacia Los Astrónomos, y eso acaba provocando conflictos entre conductores».
En esa misma glorieta, los vehículos que vienen en sentido contrario tienen que cruzarse con los carriles del BEI, otro paso «complicado». Aparte, señalan en la zona, «podrían haber dejado que los coches puedan usar los carriles, en lugar de cerrarlos». Ese transporte pasará cada 8 minutos y «cuando no circule, así como de noche, esos carriles estarán vacíos mientras los de coches se atascan continuamente». Y es que los embotellamientos son frecuentes en la vía, con dos colegios. Por ejemplo, al haber un solo carril por sentido, cada vez que el camión de recogida de contenedores se detiene provoca colas. A la desaparición de estacionamientos en un barrio donde los huecos escasean bastante se suman las protestas por las nuevas «'minirotondas'» que complican giros. Por su parte, desde las aceras ven peligroso cruzar por un vial en el que el futuro bus tendrá prioridad semafórica.
El recorrido prosigue por Esmaltaciones, donde el BEI se sumará a los 50.000 conductores que atraviesan diariamente este nodo. El nuevo transporte (que cruzará por el medio de la plaza) obligará a los vehículos a detenerse para dejarle paso, lo que depara tapones más intensos que los actuales. Después, en Zumaquera, solo se permitirá entrar a residentes, derivando más tráfico a la saturada Iturritxu, capítulo aparte en el mapa local de puntos negros. Pero la siguiente arteria, Salvatierrabide (El Batán), es la que está levantando mayor polvareda y no por las máquinas sino por el estrecho espacio peatonal –2 metros– que tendrá en un tramo, algo de lo que ha advertido la Síndica.
A ello se suma la eliminación de aparcamientos, que se transforman en carriles de circulación. «El tráfico va a pasar a pie de acera, perdiendo el espacio que nos separaba y protegía de la calzada», protestan en el barrio. Al pasar a albergar 4 carriles, «la seguridad de peatones se pone en peligro». Aquí, cochecitos de bebé, sillas de ruedas y estudiantes en bici que habitualmente usan la vía se ven comprometidos. Los transeúntes alertan, más adelante, de la «inseguridad» del cruce entre Paseo de Cervantes con Salvatierrabide yRosalía de Castro, después de que la rotonda que había en ese punto haya desaparecido y el tráfico atraviese la zona en línea recta, con una leve curva.
Otra vez, la pérdida de huecos de estacionamiento tanto en el parking de Mendizorroza como en la propia Rosalía de Castro es motivo de protesta. «No se están compensando», alzan la voz trabajadores y usuarios de equipamientos deportivos del entorno. Unos metros más arriba, la glorieta (antes del 'olivo') con Portal de Castilla se ve 'seccionada' por el carril prioritario del BEI. A continuación, la calle Castillo de Fontecha, ya en Ariznabarra, también ha perdido un carril por sentido –lo que implicará posibles embotellamientos– además de plazas para aparcar. Los vecinos muestran su malestar porque el nuevo parking tiene 101 huecos, menos de los 146 que han sido eliminados.
Ya la zona de Txagorritxu y Bulevar de Euskal Herria, afectada por la pérdida de estacionamientos, se muestra como la más 'holgada' para el nuevo transporte, al disponer de tres carriles. Sin embargo, el conflicto surgirá en la rotonda de América Latina, donde tendrá prioridad sobre los 70.000 vehículos que la cruzan cada día.
La reducción, en muchos tramos del trazado del BEI, del espacio para el resto de vehículos está dejando a varias calles con solo un carril por sentido. Por esa razón, en algunas vías ya se han pintado señales que limitan la velocidad a 30 kilómetros por hora –antes el tope era de 50–. Así lo establece la correspondiente ordenanza municipal. Precisamente esa es la pretensión de la Dirección General de Tráfico (DGT), que persigue que se implante ese límite en las calles de ciudad que cuenten con un solo carril por sentido, todo con el fin de reducir la siniestralidad.
En el recorrido del futuro bus eléctrico inteligente, esa limitación al velocímetro ya se ha implantado en áreas como la calle Salvatierrabide a la altura del polideportivo de Mendizorroza, donde se han incorporado las citadas señales sobre el asfalto. En Santa Lucía, donde la calle Jacinto Benavente se ha quedado con un vial por sentido, regiría la misma norma. Esa limitación podrá llegar a otras vías con el urbano ecológico.
En la actualidad, según los datos del Ayuntamiento, la Green Capital cuenta cerca de 70 calles donde no está permitido pisar el acelerador más allá de los 30 kilómetros por hora al ser viales con un carril por sentido. En ese listado de arterias figuran algunas como Leza, Portal de Zuazo, El Salvador, Perú y Portal de Legutiano, en las cuales se actuó hace un par de cursos.
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