Las esculturas saltan al pentagrama

El centenario del nacimiento de Eduardo Chillida marcó el quinto concierto de la temporada de Euskadiko Orkestra. En su homenaje, la formación ha encargado 'Chillida-Elogios' a Antonio Lauzurika, uno de los autores más relevantes entre los surgidos de la escuela compositiva que fundó Carmelo Bernaola en la capital alavesa.

El Teatro Principal acogía el recital al que asistieron el consejero vasco de Cultura, Bingen Zupiria, y el diputado general, Ramiro González. Ambos disfrutaron de una primera parte dedicada a Joseph Haydn en la que estaba incluido el tributo a Chillida. La segunda fase del concierto estaba dedicada a obras de Sergei Rachmaninoff. Robert Treviño dirigía estas dos obras que son como la noche y el día. La primera lo es literalmente, ya que Haydn apodó 'La noche' a su Sinfonía nº8. Por su parte, la Sinfonía nº3 de Rachmaninoff está considerada una de sus obras más clásicas y optimistas, especialmente por un tercer movimiento que transpira alegría y humor.

Melómanos como el fotógrafo Javier Mingueza o el exconcejal Borja Belandia no faltaron a la cita en la que coincidieron con amantes de la música clásica como las hermanas Águeda y Yolanda Fernández de Aránguiz, José Luis Azkarate, Julio Frago, Berta Larrañaga, María Jesús Díez o Roberto Gómez de la Iglesia.

El compositor alavés Sabin Salaberri se sumó a la representación, en la que coincidió con el director general de la Orquesta Sinfónica de Euskadi, Oriol Roch. Ambos lamentaron el reciente fallecimiento de Manu Sagastume, director de coros y apreciado divulgador musical. Aplaudieron el espectáculo asistentes como Alfonso Morales, María José Toña, María Segura, Loli Merino, Juan Solas, Rosa Mari Cobas, Alfredo Martínez, Chelo Sánchez, Maribel Rodríguez, Alejandro Ayastui, Bautis Goikoetxea, a quien acompañaba su hija Verónica Goikoetxea, Raquel Vélez, Ana Teberio o Álvaro Ortiz de Escudero, entre otros.

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• Eduardo Chillida Juantegui
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