La Ertzaintza persigue a dos bandas que asaltan casas en Álava incluso con los habitantes dentro

La Policía autónomica ha puesto el foco en ambos grupos, por su voracidad y por su despreocupación a la hora de comprobar si quedan habitantes o no dentro de las viviendas. Les pasó en Estíbaliz y en Vitoria. «Cuando vieron que había gente optaron por huir y no enfrentarse, lo que no rebaja un ápice el grado de preocupación que deja esta experiencia en los afectados», deslizan medios internos de la Ertzaintza.

Desde el telón a las navidades, estos ladrones se han dejado sentir en barrios vitorianos como San Martín, Ciudad Jardín o Ensanche. Fuera de la capital, la relación de localidades damnificadas supera ya la docena; Acosta, Armiñón, Elburgo, Estíbaliz, Estavillo, Elciego, Eribe, Labastida, Campezo , Gopegi, Yécora o Zestafe, entre otras.

Como resulta habitual en esta clase de delincuencia, los asaltantes pretenden con sus incursiones «dinero en efectivo y joyas, revuelven cajones y se marchan con la mayor rapidez posible». La celeridad es mayor en zonas muy pobladas como la capital alavesa, donde «fuerzan bombines y revientan puertas». En los pueblos, «suelen saltar los muretes y vallas por la parte trasera y romper alguna ventana o puerta alejadas de la calle».

Acostumbran a cubrir «alguna pasada de comprobación» la misma jornada que actúan o el día anterior. «Por eso es muy importante que si los habitantes ven algún coche sospechoso anoten la matrícula y nos la faciliten si se produce un robo en su localidad», dicen los agentes consultados.

Álava es la provincia vasca más extensa, con una superficie de 3.037 kilómetros cuadrados, lo que dificulta aún más los posibles seguimientos. Aún así, la Policía autonómica ha incrementado las últimas fechas los controles preventivos en carreteras principales y secundarias. Sin ir más lejos, ayer en Labastida.

Ambas bandas son itinerantes, lo que significa que pasan temporadas muy cortas en la misma zona y pasan a la siguiente. O van alternando entre provincias limítrofes. Esa es la hipótesis manejada con uno de estos grupos. Podría andar detrás de varias oleadas similares en áreas de Navarra y La Rioja. «Estamos intentando atrapar a una banda con similar modus operandi», destacan medios internos de la Guardia Civil.

Se trata de la segunda gran ola de asaltos en chalés y pisos desde noviembre. En aquella ocasión, algunas juntas administrativas se organizaron para hacer vigilancias. Según la última estadística ofrecida por la Policía autonómica, los robos en domicilios particulares, garajes y trasteros dibujaron en Álava un incremento del 67% entre enero y septiembre del año pasado.