Un niño cae de un quinto piso en Vitoria

La Ertzaintza cree que el bebé que cayó del quinto piso en Vitoria trepó por un sofá hasta la ventana

Esa tarde hacía calor. Alrededor de 23 grados. La ventana estaba abierta para ventilar y en un momento en el que al parecer «el padre se quedó dormido ocurrió todo», describen medios policiales a este periódico.

La inspección ocular de la vivienda, la búsqueda de huellas dactilares y la toma de declaraciones al progenitor y a otras personas, han llevado a descartar otro tipo de causa en este crudo siniestro que ha conmocionado a los vecinos de la Avenida 8 de Marzo y al conjunto de la población de la capital alavesa.

De hecho, aunque fue la Policía Local la que inició la investigación, dada la gravedad de lo sucedido, la Ertzaintza cogió el relevo. Como el padre, un joven de 20 años, era la única persona presente en casa durante el momento de la caída, fue trasladado por protocolo a la comisaría de Aguirrelanda para prestar declaración. A última hora de la tarde le trasladaron a la base de Portal de Foronda.

Desde el principio, de acuerdo con los mismos medios, se mostró «tremendamente afectado». Se sentía «culpable por haberse quedado dormido», según aseguró en todo momento a los agentes que le interrogaron. Fue «colaborador» y, ya entrada la noche, estuvo presente en la inspección ocular del domicilio acompañando a los ertzainas encargados del caso. De madrugada quedó en libertad y pudo reunirse con su pareja. La madre del pequeño tiene 18 años y necesitó asistencia médica debido al shock sufrido al llegar a su hogar después del accidente y encontrarse con la terrible escena de su pequeño malherido.

Pedro, un vecino de mediana edad que regresaba a casa de darse un paseo, fue el principal testigo de la caída del bebé. Según relató a este periódico, cruzaba el paso de cebra pintado enfrente del portal de la conocida como «torre del BM» en el barrio cuando vio cómo se precipitaba un cuerpo menudo. Se acercó inmediatamente con la intención de ayudar pero al ver al pequeño, aún con el pañal, gravemente herido no quiso tocarle y llamó inmediatamente al 112 mientras apartaba a los viandantes de la zona. Ayer, aún impactado, confesaba que había sido incapaz de dormir.

Varias dotaciones policiales acordonaron inmediatamente la zona para dejar trabajar al equipo de la UVI móvil que llegó inmediatamente al lugar. El pequeño estaba vivo y había que tratar de estabilizarle antes de montarle en la ambulancia. Fue evacuado a Txagorritxu «en estado crítico» desde donde le trasladaron a medianoche rodeado de sofisticados equipos de soporte vital hasta Cruces, el hospital de referencia para Álava para procesos pediátricos complejos.

Al cierre de esta edición el pequeño seguía «en situación crítica» en la UCI del hospital vizcaíno, hasta la que se trasladó la familia, según confirmó a media mañana la bisabuela del bebé. El niño está a punto de cumplir un año e iba a ser bautizado el lunes de Pascua. Los familiares mantienen la esperanza en que salga adelante.

Al cierre de esta edición no existía ningún cargo penal contra el padre. De hecho en el juzgado de guardia seguían a la espera de recibir el atestado policial para decidir si el chico, que debía vigilar al pequeño, es imputado o no por alguna imprudencia.

Mientras tanto, la ciudad se recupera poco a poco de la conmoción generada por accidentes como éste, en los que se ven implicados niños tan pequeños. Ya pasó con las pequeñas Alicia (asesinada por el novio de su madre) y Laura (fallecida tras caerse de un octavo piso) años atrás. Las vecinasde esta torre de la calle 8 de Marzo, una de las principales avenidas del nuevo barrio, aún estaban ayer visiblemente afectadas . Ayudaron a las policías con sus investigaciones, mostraron su solidaridad con la pareja que apenas llevaba unos meses viviendo en un piso en alquiler en el edificio y trataban de volver a la normalidad. Y el Ayuntamiento, por su parte, ofreció su ayuda a los jóvenes padres.

Según explico ayer la propia alcaldesa, Maider Etxebarria, los trabajadores sociales intentaron contactar con la madre desde los primeros momentos y consiguieron hablar con ella ayer por la mañana para conocer sus posibles necesidades y «prestar el apoyo que sea preciso». La progenitora se encontraba, como es lógico, todavía muy afectada. Etxebarria, trasladó su «desolación» por el trágico suceso. «Todo apunta a un fatal accidente. No hay nada peor que le pueda pasar algo a tu hijo», enfatizó la regidora.