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Un hombre fuera de sí, y armado con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones, fue neutralizado la mañana del sábado mediante el disparo de ... la pistola eléctrica conocida como taser. La actuación, a cargo de integrantes del PRI, una unidad de la Ertzaintza especializada en actuaciones de alto riesgo, ocurrió en Judimendi.
Fuentes policiales deslizan que el varón se encontraba «rompiendo retrovisores y lanzando amenazas» cuando llegó la primera dotación, dos askatus (como se conoce a los agentes de paisano). Al parecer, el desconocido hizo caso omiso a sus avisos.
En vez de deponer su actitud y arrojar el cuchillo se les acercó sin deponer su actitud. Los ertzainas echaron mano a sus armas reglamentarias. «En ese momento aparecieron los compañeros del PRI que afortunadamente estaban a un par de manzanas y pudieron responder rápidamente», explican medios internos de la Ertzaintza.
Desde primavera de 2017, esta unidad también conocida como Bizkor lleva pistolas eléctricas. El 27 de mayo de 2018 la estrenaron contra una persona con enfermedad mental que había incendiado su piso en Zaramaga.
Y el sábado volvieron a accionarla. En dos ocasiones, porque el primer disparo no atravesó la ropa del hombre. Al segundo sí se desplomó, fue detenido y acabó ingresado en el hospital Santiago. En las otras provincias vascas también ha habido intervenciones similares. En Laukiz o en Sopela, ambas en Bizkaia, por poner dos ejemplos recientes.
Esta actuación en Judimendi ha reactivado el debate interno en la Ertzaintza sobre dotar a las patrullas convencionales con este instrumento. El sindicato mayoritario, Erne, dice que «hay que quitarse complejos e incorporarla al mayor número de efectivos. Aparte de ser la herramienta más efectiva, tiene un efecto disuasorio importante».
De igual opinión son en Esan. «Hace tiempo que solicitamos que sea un elemento de dotación en las policías vascas». Hoy sólo la llevan en Sestao. «En Vitoria hay infinidad de armas blancas. Cualquier día obligarán a utilizar el arma reglamentaria. El PRI no llega a todo y, por eso, queremos que todos los policías posibles la lleven», consideran en Euspel. «Es incomprensible que no se haya incorporado aún», resalta el Sipe.
Por su parte, el Departamento de Seguridad matiza que «valoramos como adecuado el sistema organizativo interno actual para el uso de este tipo de armas». Agregan que «todo es mejorable, pero creemos que está funcionando razonablemente bien teniendo en cuenta su especificidad».
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