La neumóloga Laura Tomás, en el parque del Norte de Vitoria. IGOR MARTÍN
Laura Tomás | Neumóloga y presidenta de la Sociedad Vasco Navarra de Patología Respiratoria

«El ómicron nos ha pegado un sopapo y sólo con la mascarilla no se va a parar»

«No queremos contagiarnos, pero tampoco deseamos que cierren el bar», plantea la jefa de sección de OSI Araba

Domingo, 26 de diciembre 2021, 01:11

Laura Tomás, presidenta de la Sociedad Vasco Navarra de Patología Respiratoria, se desahogó esta semana en Twitter tras una durísima noche con continuos ingresos por covid en la unidad de cuidados respiratorios intermedios (UCRI) del HUA. «Doce de 19 sin vacunar. La más joven de ... 17 años. Ni uno me ha dicho que no cuando les he ofrecido Tocilizumab. Ni una sola pregunta sobre su eficacia o los efectos secundarios. Alucino», dejó escrito en un mensaje que leyeron miles de personas. Reflexiona sobre esta sexta ola y las medidas para atajarla.

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- ¿Cómo se encuentran los hospitales vascos ante esta sexta ola que bate récords a diario?

- Toda la cadena sanitaria está bastante tensionada porque hay que tener en cuenta que si nos centramos en pacientes covid dejamos de atender a otros.

- ¿También se está viendo afectado el personal sanitario como en anteriores olas?

- Tengo pocas noticias de profesionales que estén infectados. A nosotros nos pusieron la tercera dosis de la vacuna muy pronto y es cierto que hay gente que tuvo reacción, por lo que cogió algún día de baja por fiebre.

Cadena sanitaria

«Estamos tensionados, si nos centramos en pacientes covid no atendemos a otros»

- ¿Los hospitales están preparados frente a una 'fase 4' de contagios?

- La primera ola nos pilló de sopetón a todos porque pensábamos que estábamos preparados y eso no era verdad. Fue un tsunami que no se pudo parar de ninguna manera. Ahora está todo muy protocolizado desde el Departamento de Salud y se están tomando medidas en cada momento.

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- Usted siempre habla de que existe un déficit de neumólogos en los hospitales.

- Se ha tenido una mala previsión porque se están formando menos especialistas de los que necesitamos para cubrir las jubilaciones. No sólo eso. También ha existido un agrandamiento del servicio y donde hace años había dos profesionales ahora hay doce y donde había 20 son 40.

- ¿En su cabeza entraba que fuésemos a estar así de mal a finales de año?

- Yo, como el resto de la Humanidad, me alegré mucho cuando llegamos a una tasa de 50 casos por cada 100.000 habitantes. Era la situación ideal y empezábamos a recuperar algo de normalidad en nuestras vidas. El ómicron nos ha pegado un sopapo que no esperábamos ni la población ni los profesionales. No preveía llegar a final de año así, peor incluso que las pasadas navidades.

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- ¿Qué ha fallado para que haya habido esta explosión de contagios?

- Este es un tema que tiene mucho recorrido. En el primer mundo nos podemos poner 18 vacunas, pero vivimos en un mundo global con fronteras abiertas. Si no vacunamos al tercer mundo, nos van a venir mutaciones como la variante ómicron que ha llegado de Sudáfrica. El virus es un ser vivo que busca su supervivencia y va a mutar para persistir más tiempo. Entonces, ¿dónde lo va a tener más fácil? Donde haya más transmisión. Así que, o cerramos fronteras o vacunamos a todo el mundo, no sólo a los países que lo puedan pagar. Por mucho que aquí nos pongamos 20 dosis, si hay gente que no se vacuna seguirán llegando mutaciones y con cada cambio el suero perderá efectividad.

Problema global

«Si nos ponemos 20 dosis y hay gente que no se vacuna seguirán llegando mutaciones»

- ¿Qué le parece el uso de la mascarilla en exteriores?

- Insuficiente. Porque llevemos mascarillas por la calle no se va a parar el ómicron. Es una medida más y quizás sea la menos efectiva porque esto no es la Puerta del Sol de Madrid. En Euskadi podemos ir tranquilamente por la calle porque guardamos cierto margen y distancia. La mascarilla más que una necesidad es un aviso a navegantes de que lo siguiente podría ser el cierre y eso no lo quiere nadie. Los dirigentes políticos no quieren malas cifras económicas, ni tampoco lo queremos quienes disfrutamos del ocio. No podemos seguir apelando a la responsabilidad personal que desgraciadamente hemos visto que existe poca.

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- ¿Qué medida pide usted?

- Responsabilidad y responsabilidad. Pese a lo visto, hay que pedirla todo el rato. Yo veo las fotos del concierto de La Polla Records y se me cae el alma a los pies. En un recinto cerrado miles y miles de personas pegadas y sin mascarilla. Vale que todos presentaron el pasaporte Covid, pero con que sólo uno estuviese infectado pues la hemos liado. La mejor medida que puede existir es que todos volvamos a estar confinados en nuestras casas porque a menor contacto, menos contagios. Afortunadamente yo no soy quien dirige el país, ni la que tiene que hacer cábalas entre salud y economía, porque es complicadísimo. No queremos contagiarnos, pero tampoco queremos que cierren el bar. Exigimos que el médico que nos atiende sea responsable y se quede en su casa sin participar en cenas de empresa o actos sociales, pero tú quieres quedarte hasta las seis de la mañana en una discoteca sin mascarilla. Hay que aplicar la coherencia.

- ¿Por qué hay vacunados en la UCI?

- La mayoría de vacunados que tenemos ingresados en los hospitales y están graves es porque tienen un sistema inmune bastante delicado por ser enfermos de linfoma, leucemia o están en tratamientos de quimioterapia. Ellos tienen muchas probabilidades de morir pese a haber hecho todo bien.

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Los enfermos del futuro

- ¿Qué otros grupos le preocupan?

- Los enfermos que no tienen covid, que necesitan de nuestra atención y que lo estamos aplazando porque hay que atender a afectados por covid. Si tengo 20 pacientes en la UCI habrá que derivar a dos neumólogos y para atenderlos tengo que cerrar sus consultas que pueden ser para hacer una valoración para un trasplante de pulmón o una biopsia para iniciar un tratamiento, asuntos que si lo empiezo más tarde le va a repercutir.

Mensaje

«No podemos apelar a la responsabilidad personal. Existe poca por desgracia»

- ¿Y los antivacunas?

- Me preocupan en la medida que su decisión nos afecta a todos y serán mis enfermos del futuro.

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- ¿Cómo les convencería?

- Llegados a este punto, creo que convencerles es bastante complicado.

- El otro día en Twitter les pegó un tirón de orejas.

- 160 caracteres dan para lo que dan, pero en mi tuit me refería a que la sanidad se basa en la confianza médico-paciente y se sabe que todo lo que vamos a hacer será por el bien de su salud. Cuanto más enfermo estás, más vulnerable eres y menos preguntas. Si esa confianza existe cuando estás vulnerable y confías en que yo solo te voy a aplicar un tratamiento que tiene una evidencia científica y unos efectos secundarios que hemos sopesado, pues por qué no crees en mí de la misma manera cuando te digo que vacunar te va a evitar que llegues a esta situación. Cuando están en la UCI, lo primero que pienso es qué pena porque lo podríamos haber evitado.

- Muchos dicen que no están seguros de una vacuna que apenas tardó ocho meses en desarrollarse.

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- La vacuna es igual a los ocho meses que a los ocho años. La pregunta es por qué el resto de vacunas tardan tanto en desarrollarse. La principal razón es la financiación que ha existido por detrás desde los países del primer mundo para que salga adelante en el menor tiempo posible. Las vacunas son lo más grande que ha hecho la Medicina y lo desarrolló Louis Pasteur en el siglo XIX, mucho más eficaz que un tratamiento es evitar que sufras una enfermedad. Prácticamente se ha erradicado la viruela o la poleo. En el caso del sarampión, que mataba a tantos niños, no evita el contagio pero ahora supone tres granitos y no las encefalitis que dejaba paralítica a la gente.

- ¿Habrá más contagios tras la Navidad?

- Sí. Me alegra mucho que la gente se esté haciendo tantos antígenos. Aunque se nos escapen algunos negacionistas, la mayoría de la gente quiere hacer las cosas bien. Lo que es inevitable es que cuanto más nos juntemos, algún caso se vaya a escapar. Más vida social supone más casos.

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- ¿Y cómo lo podríamos evitar?

- No voy a recomendar a la gente que se quede estos días en su casa. Si hay alguien de la familia que no está vacunado, que por lo menos se haga un test de antígenos para asegurar en lo que está en nuestras manos.

- A diferencia del año pasado, ahora hay bastantes casos de enfermedades respiratorias como la neumonía, la gripe o la bronquiolitis. ¿Por qué razón?

- La mascarilla. Te proteges y evitas que los demás se contagien. Este año nos hemos relajado con las mascarillas y han vuelto a aumentar las infecciones de transmisiones por aerosoles.

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