Ingresa en prisión el hombre que desfiguró la cara a su mujer en Vitoria y la violó tres veces

Esta mujer, una vecina de Vitoria de 29 años, ha testificado a primera hora de hoy, miércoles. Acudió al Palacio de Justicia escoltada por dos ertzainas. Y a pesar de cubrirse la cabeza con un 'hiyab' (un pañuelo) y una mascarilla, sus ojos amoratados eran perfectamente visibles.

Ante la jueza Yolanda Varona se ha ratificado en lo expuesto 48 horas antes en la comisaría de Portal de Foronda. La tarde del domingo volvió a su domicilio, donde convive con su aún esposo y dos hijas en común desde 2015, tras haberse visto con otro hombre.

Esa relación extramatrimonial encolerizó al ahora reo preventivo que, entre gritos, la ató de manos y pies a una silla. Apartir de ahí arrancó una pesadilla que incluyó insultos, puñetazos por todo el cuerpo, pequeños cortes con un cuchillo –que todavía busca la Ertzaintza– e incontables amenazas de muerte. Todo ello con la televisión a todo volumen para que los vecinos del bloque no escucharan nada.

Entre las exigencias para detener el martirio estaría que cambiara de número de teléfono móvil y que se vistiera de manera más recatada. Algo a lo que la mujer habría accedido como única forma de acabar con semejante castigo.

Cesaron los golpes pero su infierno continuó. Al parecer, el hombre la llevó a la bañera con la promesa de lavarle las heridas. Ahí supuestamente se produjo la primera agresión sexual. A lo largo de la noche hubo dos más, ya en el dormitorio, siempre según el testimonio de la víctima. Su aún marido se ha negado a declarar.

La mañana del lunes, agresor y víctima acudieron a Urgencias del hospital Txagorritxu. Ella contó que había sido víctima de un robo en plena calle. Lo hizo obligada por su captor. La falsa coartada se vino abajo cuando una amiga de la joven le animó a denunciar. Ese gesto de valentía sirvió para sacar a la superficie este caso de violencia de género.

La tarde del lunes, agentes de la Ertzaintza detuvieron al hombre. Tras pasar dos noches en el calabozo, este miércoles ha sido presentado al Juzgado de Violencia sobre la mujer. Permaneció mudo. Se trata de un miembro muy conocido de la comunidad musulmana en Vitoria. Es uno de los encargados de dar las 'jutbas' (sermones) en una mezquita de corte salafista.

Aparte de la solidez del relato de la víctima –convertida al islam hace unos años– y del parte médico –refiere múltiples contusiones–, en la decisión judicial de ingreso en la cárcel alavesa de Zaballa ha primado también «el riesgo de fuga». Pese a llevar empadronado en la capital alavesa desde el verano de 2008, se encuentra «en situación irregular» y «podría desaparecer con sus dos hijas menores».