Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Gaizka Olea
Domingo, 26 de abril 2020, 02:22
El concepto 'brecha digital' en la enseñanza es una de las ideas repetidas de forma machacona durante la crisis (sanitaria, económica, social) que ha estallado a consecuencia de la epidemia de coronavirus pero, fuera de los ámbitos educativos, no se alcanza bien a ver en qué consiste esa barrera que separa a quienes disponen de recursos económicos y a quienes tienen menos o, simplemente, carecen de ellos. El breve muestreo de centros que completa este reportaje ayuda en alguna medida a entenderlo y la primera impresión es que no se trata de una brecha, sino de un verdadero abismo de consecuencias incalculables para la formación y el futuro de los niños de las familias más desfavorecidas.
Noticia Relacionada
Todos los sectores implicados en la enseñanza (instituciones, centros, profesores, padres) eran conscientes de las carencias y todos se han esforzado en resolver las deficiencias. Hoy en día, tras el caos que siguió al cierre de los centros el 13 de marzo, la situación parece haberse aliviado con la cesión de equipamiento y altas dosis de voluntarismo de docentes y padres. La preocupación, sin embargo, se mantiene, con dudas sobre cuándo se podrán reanudar las clases presenciales y cómo será el curso próximo.
«Ahora estamos más tranquilos, porque al principio fue una locura», explica Polentzi Urkijo, director de Infraestructuras, Recursos y Tecnologías del Gobierno vasco, área sobre la que pesa la responsabilidad de dotar de medios a los niños confinados. Durante estas semanas, el departamento de Educación ha repartido en torno a 1.500 tarjetas SIM (fundamentales para conectar los ordenadores en espacios sin Wifi), mientras que los colegios públicos se encargarían de distribuir los portátiles cedidos por Educación. «Calculamos que se precisarían unos 5.000 equipos, pero si hacen falta más se cubrirá la demanda».
Asociación de padres
A estos equipos se añade el inicio del reparto de unas 5.500 tablets, cuya distribución se ha centrado en los alumnos con necesidades especiales, «aunque también se hará en otros ámbitos», precisa Urkijo. El equipo va a parar a manos de alumnos de Quinto y Sexto de Primaria, ESO, Bachiller y Formación Profesional. Para los más pequeños queda el programa que Euskal Irrati Telebista y Educación han diseñado para EiTB-3.
La crisis ha obligado al departamento de Cristina Uriarte a reforzar las tres plataformas que manejan los centros públicos para transmitir documentos a los alumnos o realizar videoconferencias, y a adelantar la puesta en marcha de Amarauna, un buscador semántico que permite localizar contenidos escolares según materias o cursos. «El objetivo del Gobierno vasco es que nadie que necesite un equipo se quede atrás. Estamos dando respuesta a lo que nos piden los centros», resume Polentzi Urkijo.
Ana Pérez (STEE Eilas)
Esta opinión no es compartida al 100% por padres y profesores, aunque sus portavoces eluden mantener una actitud de manifiesta beligerancia hacia el Departamento de Educación. Una encuesta realizada a raíz del cierre de las escuelas por la confederación de asociaciones de padres de alumnos EHIGE a través de la web, en la que participaron alrededor de 8.000 personas, reflejó que entre un 10 y un 15% de las familias carecían de recursos para afrontar esta nueva etapa, con los niños en casa y las clases por ordenador.
«En general, los padres lo están llevando bien, porque esos problemas inmediatos se han solucionado en parte, pero detectamos que la gente comienza a estar agobiada porque esto va para largo», asegura Lourdes Imaz, coordinadora del colectivo. ¿Las causas? La vuelta al trabajo de muchos adultos, el teletrabajo, sus carencias a la hora de ayudar a sus hijos con los deberes, el hecho de que no manejen el euskera o la necesidad de acudir a los centros a por material, «pese a que sabemos que no se puede hacer, pero hay que recoger apuntes, libros».
Imaz alaba el esfuerzo que realizan los centros, pero sostiene que, al margen de lo que digan o propongan las escuelas o de sondeos como el realizado por EHIGE, el departamento de Educación «tiene que interesarse de forma exhaustiva para averiguar cómo está todo el alumnado, si hay gente sin recursos que se ha quedado desconectada. Hay niños que trabajan con el móvil y se necesitan respuestas rápidas. Sabemos que todo esto ha sido una situación inesperada, pero ya ha pasado tiempo y hay que resolver los problemas».
Gobierno vasco
Son los profesores, por ser el sector más directamente implicado en la enseñanza, quienes más destacan los perniciosos efectos de la brecha digital. «Hay más centros de los que podríamos pensar con carencias para la educación 'online'; no sólo falta material informático, sino que permanecen sin cubrir las necesidades básicas, desde cuadernos o libros hasta el acceso a los comedores», asegura Ana Pérez, de STEE -EILAS, el sindicato mayoritario entre el personal docente. La ausencia de algo parecido a la igualdad de condiciones se refleja en la falta de medios, bien ordenadores o Wifi para conectarse a las clases 'online'. «El coronavirus ha puesto en evidencia que existe una gran diferencia de oportunidades y, por más que se implique el profesorado, vemos que hay alumnos que se descuelgan». Pérez destaca también la actitud de las redes de los barrios o de los profesores que llevan material a las casas de los alumnos, y denuncia que «quienes más están sufriendo son los chicos con necesidades especiales, que precisan una atención diferenciada. Educación y el Ministerio los han abandonado». «Es una oportunidad para desarrollar un sistema de educación dual (presencial y 'online') que no se está aplicando, sostiene Asier Núñez, del Consejo de Estudiantes de la UPV.
Y en medio de la tormenta causada por la crisis sanitaria, no está mal cerrar el artículo con la sonrisa que genera el vídeo de los profesores del Colegio Público de Txurdinaga quienes, disfrazados, cantan para sus alumnos su propia versión del 'Resistiré' con una frase dirigida a los alumnos y define la situación: «os echamos de menos».
egibide
Los diferentes centros de Egibide están reproduciendo el horario lectivo exacto pero a través de clases online. Tanto los alumnos de ESO, como los de Bachillerato y FP reciben sesiones todos los días en directo a través de Meet, Google Classroom o Moodle. «Mantuvimos el horario porque nos parecía que era lo más sencillo y rápido», explica Nacho Eguizábal, director general de Egibide. Desde 2015, todos los docentes cuentan con portátil propio que les entrega la institución educativa. Así que los cerca de 350 profesores estaban preparados para este sistema. «De los alumnos, solo un 6% está en situación de desconexión. Y en muchos casos, se trata de estudiantes que antes de esto ya presentaban un alto grado de absentismo escolar», detalla Eguizábal. Además de explicaciones y de avance en materia, muchas de las sesiones se dedican también especificamente a la resolución de dudas.
nclic
NClic cuenta con aproximadamente 280 alumnos, de los que buena parte reciben cada día clases a través de una pantalla. A partir de primer curso de Primaria. «Empezamos desde tercero, pero ahora lo hemos ampliado», explica el director de este centro concertado, Alejandro Saurina. Las sesiones, eso sí, son más breves. «Nuestros alumnos no se conectan más de dos horas al día. Hemos establecido clases de media hora y cuatro periodos al día», detalla Saurina, que añade que lo han hecho así siguiendo las recomendaciones de expertos. Además de esas dos horas de avance de materia, los alumnos aprovechan la mañana para realizar deberes y trabajos. Todos tienen Ipad, con lo que la adaptación a esta nueva realidad ha sido relativamente sencilla. «Estamos gratamente sorprendidos del resultado y de la implicación que está habiendo tanto por parte de los niños como de las familias».
santa maría de vitoria
En este centro público de la capital alavesa, con un amplio porcentaje de familias con bajos recursos, la enseñanza online resulta directamente imposible. «Aquí no lo podemos hacer», dice contundente la directora, Arantxa López de Luzuriaga. Los profesores sí que utilizan la aplicación Zoom para hacer videollamadas con los alumnos de las últimas etapas de Primaria. Se suelen conectar una decena de cada clase, pero no para avanzar materia como tal. «Les preguntamos a ver qué tal están, si tienen alguna duda, leemos poesías o hacemos adivinanzas.... pero no impartimos materia porque sino dejaríamos atrás a un número importante de nuestro alumado», comparte la directora. Muchas familias no tienen los recursos tecnológicos necesarios, o «tienen los medios pero no saben cómo utilizarlos y es muy complicado». Ante esta situación, el centro optó por entregar fotocopias o enviarlas a través de WhastsApp.
urkide
«Estamos haciendo clases con normalidad en ciclo formativo, Bachillerato, ESO y quinto y sexto de Primaria». Aitor Pérez de San Román, director de Urkide, se refiere con 'normalidad' al mismo horario lectivo que de manera presencial y a la misma duración de las sesiones. Todos los profesores utilizan la aplicación Google Meet pata impartir sus correspondientes materias. «A primera hora se les convoca frente a la pantalla y comienza la jornada lectiva. Esta aplicación nos permite proyectar documentación o pasar lista y funciona muy bien», valora el director. En cursos inferiores también se realizan conexiones, aunque la enseñanza online es mucho más complicada. «Cuanto menor es la edad, menor también la autonomía. Así que estás condicionado a la disponibilidad de la familia. En los primeros cursos de primaria, por ejemplo, sí que se hacen videollamadas esporádicas y en grupos más reducidos».
colegio vera cruz
La implantación de la enseñanza online por parte del colegio Vera Cruz entre su alumnado se ha sucedido de manera gradual durante este mes y medio de situación excepcional. «Empezamos con conexiones esporádicas, porque era algo voluntario entre el profesorado, pero ya es obligatorio», apunta Paula Heredia, la directora del centro. Ahora, los estudiantes de Primaria y ESO reciben lo más parecido a clases presenciales a través de las aplicaciones de videollamadas Zoom y Google Meet. De todas las materias. «Ellos mismos nos demandaban que todos los profesores les diesen clases online, así que dimos respuesta a sus demandas. Eso sí, las clases son más breves, de media hora», detalla la directora. El centro no contaba todavía con el sistema 1x1 (un ordenador por alumno), pero esta situación «nos ha animado a volcarnos con ello, nos lo plantearemos para el próximo curso».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.