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La asamblea general del sindicato agroganadero UAGA terminó ayer entre gritos y silbidos en el santuario de Estíbaliz. Ni siquiera se llegó a votar el punto que pretendía obligar a la paridad en las listas que concurrirán a las próximas elecciones, ya que se levantó ... la sesión antes de tiempo porque un grupo empezó a interrumpir a los intervinientes. El descontento de esa veintena de socios encabezados por Edurne Basterra tenía su origen en que el comité presidido por Javier Torre «no permitió abrir un debate» sobre una subvención de 80.000 euros concedida por el Gobierno vasco pese a que, en ese momento, no había presencia femenina en la dirección.
Hasta ese punto, la reunión había transcurrido sin apenas sobresaltos. Y eso que se habían tratado asuntos tan importantes como la aprobación de las cuentas del último año, de los próximos presupuestos y de los retos que encara el primer sector alavés a medio camino entre el coronavirus y una nueva crisis económica y energética como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania. Pero cuando llegó el turno para que Basterra cuestionase la falta de mujeres en los órganos de decisión del sindicato saltaron chispas, ya que ella había solicitado «por escrito» que se abriese un debate y la presidencia de la asamblea lo limitó a un pregunta-respuesta.
Los gritos y silbidos que a partir de ahí se escucharon fueron el detonante para que se suspendiese la asamblea. Eso dejó sobre la mesa asuntos tan importantes como la paridad en los candidatos de los comicios de 2023. Así culminaban dos semanas de encontronazos entre ambos sectores en los medios de comunciación e incluso la presentación de un requirimiento judicial por parte de los 'críticos' para acceder a la documentación alrededor de esta subvención que, a su parecer, se concedió pese a incumplir con los estatutos en cuestión de igualdad al frente del sindicato.
Los portavoces de ambos bandos lamentaban cómo había terminado la cita en el santuario, aunque cada cual achacaba la responsabilidad al contrario. «Les hemos leído toda la documentación que nos habían pedido y cuando les hemos hablado de votaciones para los próximos años, pues se han negado y han empezado a chillar», afirmó Torre, quien defendió que desde el 9 de diciembre el comité que preside está compuesto por tres hombres, dos mujeres y dos suplentes.
Basterra, por su parte, consideró «desastrosa» la cita de ayer. «No se nos ha querido dar voz. Han dinamitado todo. Hemos podido trasladar la pregunta, pero no nos han dejado explicar nuestra versión. Siempre hay dos puntos de vista en todo asunto. Se ha concedido una subvención sin cumplir con el estatuto de la mujer agricultora y no se puede meter a mujeres así porque sí a un comité ejecutivo sin unas elecciones», achacó.
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